BREXIT: Tras someterse a votación hasta tres veces el tratado de salida de Reino Unido de la UE acordado entre Theresa May y Bruselas, finalmente el parlamento británico no ha aceptado la propuesta y parece que tendrán que pedir una prorroga adicional. Parece que el Reino Unido no podrá abandonar el club comunitario antes de celebrar otra votación  que incluya la declaración política. Los activos de UK se mantienen por el momento estables, salvo una ligera depreciación de la libra. Ante un escenario tan incierto parece preferible mantener una posición de cautela.

BANCOS CENTRALES: Mensajes ultra dovish por parte de los bancos centrales en EEUU y Europa, que han resultado determinantes para la evolución de los mercados en marzo. Por un lado, la FED planteó varios mensajes que tuvieron un impacto relevante en los mercados, sobre todo en las curvas de gobierno que reaccionaron con una intensa relajación. Las proyecciones sobre el ritmo de crecimiento de la actividad de la economía estadounidense tuvieron un sesgo claramente conservador y se eliminaron las dos subidas de tipos previstas para 2019. Respecto al tapering cambia el ritmo de reducción de balance, pero no el fondo, ya que este continuará reduciéndose.

En definitiva, este mensaje implica que el mercado descuente bajadas de tipos en EEUU a partir del último tramo de 2020, dando oxigeno a Treasuries y largas duraciones, y por otro lado, en clave europea, complicando el que podamos asistir a subidas de tipos por parte del BCE ante este escenario en USA. El BCE, siguiendo este guión, mantuvo también un sesgo muy relajado alejando más aún si cabe la posibilidad de una normalización de su balance y anunció que dispone de mecanismos para proteger al sector financiero de los efectos perniciosos de los tipos negativos sostenidos, en lo que parece un aviso de que la situación va a mantenerse así durante un tiempo, aunque dando oxigeno a las entidades financieras europeas, muy necesitadas de incrementos de tipos.

DESTACAMOS:

La observación empírica del mercado en el pasado nos dice que las bolsas suelen hacerlo bien mientras la FED se toma un descanso. Desde los años 80, una curva invertida suele implicar la entrada en recesión de la economía americana en unos 18 meses y la FED suele recortar tipos en torno a 6 o 7 meses antes de que ésta se oficialice. Este giro en el criterio de la FED hacia un sesgo más conservador, introduce dudas sobre la capacidad de la economía americana de seguir mostrando avances claros, lo que tiene un traslado directo sobre el comportamiento de las acciones. En este contexto, pensamos que conviene ser cauteloso, las estrategias que siguen al índice pueden hacerlo peor que las que apuestan por una adecuada y precisa selección de activos, con fortalezas claras y precios atractivos. Nuestra estrategia en este contexto pasa  por incrementar exposición a sectores de sesgo más defensivos y compañías con visibilidad, claros fundamentales y catalizadores.

VER INFORME COMPLETO: Informe mensual de mercados Marzo 2019