A nadie le pasa desapercibida la transformación que se está produciendo en el mundo de los negocios, basada principalmente en una imparable innovación tecnológica, con productos y servicios que está incluso cambiando la rutina de los consumidores. Cada día que pasa el comercio electrónico está cada vez más implantado en el hábito del consumidor. Es habitual, entre los más jóvenes y no tan jóvenes la compra de entradas de cine u otro tipo de espectáculos, la reserva de las vacaciones, viajes, etc,  a través de plataformas digitales, y son cada vez más los consumidores que comienzan a realizar la compra de productos frescos a través de internet, cuando hasta hace poco era este una de las grandes barreras, por el temor a que el producto adquirido no cumplieses con sus expectativas. Pero, si algún sector ha sido pionero en este proceso de transformación digital y tecnológica ha sido el sector financiero. Internet se ha convertido para este sector, desde la década de los noventa en el canal  que ofrece a los clientes la posibilidad  desde cualquier lugar y a cualquier hora del día.