El Director General de Caja Rural del Sur, Guillermo Téllez, ha concedido una entrevista al periodico ABC de Sevilla en la que explica la evolución de la entidad a lo largo del último año. Ofrecemos en BLOGCRSUR la entrevista publicada por este diario. 

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Caja Rural del Sur continúa con su proceso de expansión en España y Portugal, y para ello quiere tener abierto todos los canales de financiación, entre ellos la emisión de deuda. La importancia de Portugal en su plan estratégico es tal que su director general, Guillermo Téllez, ha estudiado la lengua portuguesa y ya la maneja con cierta fluidez. El grupo anuncia que el grupo financiero tiene previsto emitir bonos por 500 millones en 2023. La cooperativa de crédito, con 146.000 socios, creció un 7,4% en 2022, siendo su ‘core’ el sector agrario.

-Los depósitos y créditos de las cajas rurales crecieron proporcionalmente más que los de la banca en los últimos años. ¿Fueron la cajas más resilientes al Covid?

-Efectivamente, fue como consecuencia de nuestra cercanía al cliente y por haber tenido abiertas las oficinas durante el Covid. Como anécdota, tengo que decir que cuando se decretó el confinamiento, algunos directores de nuestras oficinas nos comentaban que había personas mayores que iban a la Caja Rural del Sur a dar un paseíto porque necesitaban socializar.

En 2021 el volumen de negocio de Caja Rural de Sur superó los 14.000 millones de euros, de los que 7.000 fueron depósitos. ¿Cómo cerró el ejercicio 2022?

-En 2022 nuestro volumen de negocio fue de 15.249 millones de euros (+7,4%) y, a la espera de la asamblea general, sólo puedo decir que el resultado ha sido muy importante. Una parte decisiva de nuestro negocio son las hipotecas de primera vivienda y la segunda rama más importante es el sector de empresas. El 50% de todo el crédito que damos a las empresas corresponden al sector agrario, que es nuestro ‘core’. Hay que tener en cuenta que el 20% de nuestra cartera es el sector primario y agroalimentario, cuando el sector está en el 3 o 4%.

-¿Cómo ha impactado la situación económica de 2022 en la Caja Rural del Sur, teniendo en cuenta la inflación disparada, el menor crecimiento económico…?

-La inflación se notó sobre todo a mediados de 2022 y la verdad es que no ha tenido un impacto importante en la cuenta de resultados ni en la actividad de la caja. El Banco Central Europeo ha subido los tipos de interés para enfriar la economía y frenar la inflación. Ya estamos notando que la economía se va ralentizando en todos los sectores y eso tendrá un reflejo en la actividad crediticia, los depósitos, las hipotecas…

Cajal Rural del Sur está presente en en cinco provincias andaluzas, así como en Portugal y en Madrid. En principio, a la hora de expandirse las cajas rurales han aplicado normalmente el criterio de territorialidad y no han entrado donde había otra ya. ¿Sigue siendo así?

-No es que haya un pacto, tenemos que respetar el tema del derecho de la competencia.

-¿Hay posibilidad de fusiones de cajas rurales tras el proceso de concentración de la banca?

-No lo vemos. La Asociación de Cajas Rurales dio un paso importante con la creación en 2017 de un mecanismo institucional de protección, de modo que se ha creado un fondo de solidaridad complementario al fondo de garantía de depósitos. Tal y como está estructurada hoy la Asociación de Cajas Rurales, la fusión de cajas rurales no sería fácil porque normalmente esas operaciones se producen porque hay una necesidad. Si hay un fondo de garantía, de intervención, que procura ese mecanismo de protección, se respetar la autonomía de cada caja. El primer mecanismo es el de autoconservación de la autonomía de las cajas que conforman la asociación, que garantiza que una caja pueda ser ayudada.

-¿Cuál es la cuota de mercado de Caja Rural del Sur?

-Es dispar en cada provincia. Donde contamos con más cuota de mercado es en Huelva, donde tenemos el 21%, seguida de Córdoba (8%) y Sevilla (7%). Sumando todas las provincias, tenemos una cuota global de cerca del 6%. El 80% de los beneficios de Caja Rural del Sur van al fondo de reserva, a capitalizar la empresa, a darle mayor estabilidad, más recursos propios, más solvencia, más seguridad… Es nuestra forma de poder ofrecer más servicios a los socios y ganar cuota de mercado. Nuestro objetivo es que si podemos duplicar la cuota de mercado en Sevilla, Córdoba o Málaga, iremos a por ello. Sociedades que no estén suficientemente capitalizadas no van a poder asumir un mayor crecimiento.

-La crisis del Silicon Valley Bank y Credit Suisse convulsionó el sector. ¿Le preocupa?

-Afrontamos esta situación con absoluta tranquilidad. Silicon Valley Bank tenía mucha concentración de riesgo porque estaba enfocado a empresas tecnológicas. Eso sucede cuando tienes los huevos en la misma cesta. La política de la Caja Rural del Sur ha sido de diversificación del riesgo. Nuestro consejo tiene autolimitado el riesgo tanto en la concesión de inversiones como en posicionamientos de operaciones a largo plazo de tesorería, etcétera.

-¿Qué exposición tiene Caja Rural del Sur a los ICO concedidos por el Covid?

-Dimos 600 millones de euros aproximadamente, de los que 400 millones eran para circulante y 200 millones en préstamos. De esos préstamos se renovaron la mitad y la otra mitad están en calendario. De la totalidad de los 600 millones de euros hay ahora mismo una morosidad del 3,5%, que está dentro de valores muy razonables. La ratio de morosidad está en el 1,65, la mitad de la media del sector. Nuestra ratio de solvencia está en el 20,17%, cuando la exigencia es del 11,8, por lo que estamos casi 9 nueve puntos puntos de lo que se requiere y 7 puntos por encima del sector.

-La banca no está por ahora retribuyendo de forma generalizada los depósitos. ¿Prevé que ello genere en 2023 una caída de depósitos?

-Mucho dinero se ha refugiado en letras del Tesoro. Yo creo que mientras en el mercado haya liquidez, es difícil que haya una retribución generalizada de los depósitos. No sabemos qué pasará en junio, cuando se tenga que amortizar las TLTRO, las líneas de financiación del Banco Central Europeo. Si empieza a retirar líneas de liquidez se producirá una situación donde las entidades financieras tendrán que buscar la liquidez en otros sitios y será cuando se generalice la retribución de los depósitos. Es la ley de la oferta y la demanda.

-¿Está notando la caja una reducción de ahorro porque los ciudadanos están ya tirando de los depósitos, quizá debido a la inflación?

-Sí, y no sólo eso. También lo estamos notando en la amortización de préstamos y las cancelaciones anticipadas.

-¿Caja Rural del Sur se plantea emitir bonos para financiar su expansión?

-A nivel de grupo, nosotros teníamos un mecanismo, los llamados fondos de titulización, que hemos usado durante varios años con el Banco Cooperativo Español. Lo que hacíamos las cajas a través de ese banco es titulizar los préstamos hipotecarios y los vendíamos en el mercado mayorista. Es decir, que anteriormente hemos emitido bonos pero con el Banco Cooperativo y el resto de cajas rurales del Grupo. El siguiente paso es hacerlo nosotros de manera individual porque hemos crecido y queremos ampliar nuestras fuentes de financiación alternativas, no sólo los depósitos, sino también las titulizaciones y bonos o cédulas. Queremos tener abiertos todos los canales de financiación para poder acceder en cualquier momento a la obtención de liquidez.

-¿La emisión de bonos será en 2023?

-Sí, ya lo tenemos preparado pero en principio veremos cuándo el mercado está en su mejor momento. Hemos tenido reuniones con Moodys, que es quien va a calificarlos y, en principio, tenemos previsto hacer una emisión de cédulas por 500 millones de euros.

-El fondo noruego Exactor compró a Caja Rural del Sur una cartera de 116 millones de créditos fallidos en 2021. ¿Vendieron también en 2022 crédito fallidos?

-Nosotros venimos vendiendo cartera desde hace unos años y, siempre que podamos, vamos a seguir haciéndolo porque entendemos que nos ayuda a tener un índice menor de morosidad, tener una cartera más saneada y liberar provisiones. Tengo que decir que no tenemos problemas con las provisiones, porque tenemos un 226% a nivel individual, cuando el sector está en un 60%. La subida de los tipos de tipos de interés va a provocar una mayor morosidad. Si nos coge con la cartera más vacía, será más fácil gestionarla. No creemos que sea como la crisis de 2008, pero si tenemos un índice de morosidad muy bajo y una cobertura muy buena, nos ayudará a estar más tranquilos.

-Vuestra caja ha mirado a Portugal y apuesta fuerte por el país vecino. ¿Cuál ha sido la razón para enfocaros en ese mercado?

-Siempre hemos tenido una relación importante con Portugal, sobre todo con la parte del Algarve. Lo que precipitó nuestra entrada en ese país fue la presa del Alqueva en el Alentejo, cerca de la frontera con España. Cuando aquello se consolidó nos dimos cuenta de que allí hay mucho empresario andaluz del olivar y que era un foco importante del negocio agroalimentario que no estaba siendo atendido. Es verdad que los bancos portugueses y españoles daban créditos a esas empresas pero notamos una cierta lejanía entre las necesidades del cliente y las formas de financiación. Nosotros aterrizamos en Faro con una oficina de representación antes de la pandemia. Cuando vimos años después que había posibilidades de negocio, seguimos dando pasos para la constitución de una sucursal en Portugal. El Banco de Portugal acaba de darnos el registro, y ya tenemos una sucursal en Lisboa y otra en Faro. Estamos enfocados en el el sector de empresa y agroalimentario. Allí trabajamos con compañías consolidadas españolas y portuguesas, no con particulares.

-¿Cuáles son los objetivos a medio y largo plazo de la Caja Rural del Sur en Portugal?

-Nuestro objetivo son empresas con facturaciones de más de cinco millones de euros con el fin de tener en tres años una cartera significativa que mantenga el negocio de Portugal. Más no puedo avanzar porque tenemos que presentar el plan estratégico diseñado al consejo. Nuestro eje de actuación es Faro-Lisboa-Porto. La próxima apertura de una oficina podría ser en Porto.

-El Banco de España incide mucho en los criterios ESG, que incluyen factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo. ¿Cómo se traduce la aplicación de esos criterios en Caja Rural del Sur?

-El Banco de España nos hace un proceso de vigilancia continua y nos pide continuamente información. Se centra mucho en la cartera de riesgo y en el gobierno corporativo. En cuanto a los criterios ESG, estamos empezando poco a poco porque se está haciendo a nivel del Banco Cooperativo Español y cada caja rural tiene un representante que coordina los criterios ESG. Eso se va a traducir en un encarecimiento o abaratamiento del crédito.

-¿Caja Rural del Sur dará créditos más baratos a las empresas más sostenible?

-Donde el Banco de España quiere que afinemos es en la sostenibilidad del sistema. Es decir, que habrá empresas contaminantes a las que les va costar más caro el crédito que a otras que no lo son.

-La vida orgánica de las cajas rurales parece menos tumultuosa que la de algunos bancos, como Unicaja, con guerras intestinas. Caja Rural del Sur tiene 146.000 socios, que tienen ventajas fiscales por tener esa condición. ¿Eso explica que la vida orgánica de las cajas rurales sea más pacífica?

-Lo que genera la tranquilidad es la confianza de cómo se gestiona una empresa. La desestabilización en los órganos de gobierno tiene un efecto en la clientela como en la propia organización empresarial.


Entrevista publicada en ABC de Sevilla con fotografías de Rocio Ruz.