Reino Unido vive desde hace unos años uno de sus momentos económicos más delicados: al Brexit se le ha sumado la pandemia de la Covid-19, la escasez de materias primas y de alimentos, el cambio de Primer Ministro, y más recientemente la muerte de la Reina Isabel II el pasado 8 de septiembre de 2022. ¿De qué forma está afectando y afectará esto a la economía de Reino Unido?

Reino Unido: de luto en un momento complicado

No es ningún secreto que Reino Unido no está viviendo su mejor escenario económico desde hace un tiempo. Desde hace unos años el país ha tenido que hacer frente a no pocas adversidades: el Brexit, la pandemia de la Covid-19, las interrupciones en las cadenas de suministros, la guerra de Rusia y Ucrania, y el cambio de Primer Ministro, cuyo cargo ha pasado recientemente a Liz Truss.

Todo esto ha provocado que la inflación termine por dispararse, llegando a superar el 10% al principio del pasado verano, y que se prevé que pueda seguir aumentando. Esto, unido al gran crecimiento del precio de la luz y del gas, hecho motivado principalmente por el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania, ha desembocado en una crisis sin precedentes en Inglaterra. Los precios de los alimentos no dejan de subir, la sanidad pública acumula tiempos de espera desorbitados, y, entre otras cosas, hay falta de mano de obra en diversos sectores, como puede ser la hostelería, como consecuencia del Brexit.

Ahora, después de haber vivido unos años más que complicados, el país se enfrenta a la muerte de la reina Isabel II en una de sus etapas más delicadas en décadas, un episodio histórico que tendrá consecuencias tanto económicas como sociales.

¿En qué está afectando ya la muerte de la reina Isabel II a la economía de Reino Unido?

No cabe duda de que, durante los 70 años que estuvo Isabel II en el trono, la casa de los Windsor y la monarquía inglesa fueron un símbolo de continuidad en el Reino Unido, además de cabeza visible de la Commonwealth, una de las mayores mancomunidades de estados de todo el mundo. La imagen que proyectaba la reina era de fuerza y unión, lo que sin duda beneficiaba al país social y económicamente. No es ningún secreto que la imagen y las experiencias de la reina eran conocidas en todo el mundo, además de sus eventos y viajes, que contribuían a llenar las arcas nacionales. Ahora, tras su reciente muerte el pasado septiembre, las consecuencias económicas no se han hecho esperar.

La primera de las reacciones se vivió en el mercado de las divisas, pues la libra esterlina cayó considerablemente en relación con el euro y el dólar, situándose en su cotización mínima anual. No hay que olvidar que la moneda ya estaba empezando a caer antes de su fallecimiento, por lo que esto no hizo más que acelerarlo.

Además, tras el comunicado oficial del fallecimiento de la reina de Inglaterra, el país detuvo toda actividad económica durante varios días, debido a su funeral, y al luto correspondiente. De hecho, el 19 de septiembre Reino Unido vivió un parón general, con la detención de todo puesto de trabajo. Esto, junto con la coronación de Carlos III, ha hecho que el país pierda millones de libras debido a los costes de organización y suspensión de la producción durante ese periodo determinado. Tan solo el gasto del funeral de Estado se estima que puede llegar hasta los seis mil millones de libras.

No solo esto, sino que, con una población afectada por el luto, no fueron pocos los eventos de todo tipo que fueron cancelados, sufriendo graves consecuencias los bares, restaurantes y salas de conciertos. En general, el consumo en todo el país cayó, con las pérdidas económicas que esto supone.

¿Cómo evolucionará la situación económica? Previsiones de un futuro incierto

La incertidumbre futura recae ahora sobre el rey Carlos III. No hay duda de que la fallecida Isabel II contaba con una imagen pública muy popular y conocida, que contribuía de manera positiva a la economía nacional.

Tras la muerte de la reina, una de las mayores de las preguntas ahora mismo es si podrá Carlos III mantener la misma influencia sobre los 4 estados que forman el Reino Unido. Esto se acrecienta aún más si tenemos en cuenta que tanto en Escocia como en Irlanda existen movimientos políticos cada vez más importantes en favor del republicanismo y el secesionismo.

¿Qué tiene pensado el Gobierno inglés para paliar estas consecuencias económicas?

La reciente Primera Ministra, Liz Truss, ya comenzó a tomar medidas al inicio de su legislatura con el objetivo de paliar la crisis vivida en el país, y no las ha detenido tras la muerte de la Reina Isabel II. Así, el mes pasado anunció un paquete de medidas de apoyo a hogares y empresas. Entre ellas, se encuentra el plan para congelar las facturas energéticas de los hogares hasta las 2.500 libras anuales durante dos años.

Aunque todavía hay que esperar hasta ver los resultados de esto, no son pocos los expertos que alertan sobre las consecuencias negativas que podrían tener estos recortes en la economía nacional. Si bien son medidas que aliviarán la factura económica, la economía del Reino Unido sigue sobre la cuerda floja y al borde la recesión.

Las monedas, billetes y sellos con la imagen de la reina, ¿cuándo cambiarán?

A lo largo del reinado de Isabell II, se modificó la imagen de la cabeza de la reina en monedas, sellos y billetes en hasta 5 ocasiones, siendo la última de ellas en 2015, momento en el que la monarca tenía 88 años. Ahora, con la muerte de Isabell II y la posterior coronación de su hijo, Carlos III, todas estas imágenes deben cambiar por las del actual monarca. Pero, ¿cómo será este proceso?

Si bien la Royal Mint, la casa de moneda de Reino Unido, no ha especificado cuándo comenzarán a emitir los billetes nuevos en Reino Unido con la imagen de Carlos III, es de suponer que el efectivo con el retrato de Isabel II seguirá en circulación durante muchos años más, reemplazándose poco a poco. Este es un proceso que llevará tiempo, y más teniendo en cuenta que la reina aparece en todos los billetes del Banco de Inglaterra desde 1960.

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Como hemos visto en varias ocasiones, Reino Unido se encuentra en un situación económica muy delicada, y más tras la muerte de la reina Isabel II. Por esto mismo, operar en el mercado británico puede conllevar ciertos riesgos para tu negocio.

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