La devaluación de la moneda es el procedimiento por el cual se rebaja la cotización de una moneda frente a las divisas extranjeras. Es decir, hay que pagar más monedas nacionales para adquirir una extranjera, con lo cual se produce una pérdida de valor nominal. En una suerte de causa-efecto, mientras una moneda se devalúa y se deprecia, otras se aprecian.

Puede ocurrir por muchos motivos y llegar a tener unas consecuencias muy diversas, tanto positivas como negativas.

En este post analizaremos qué es la devaluación de la moneda y cuáles son sus consecuencias, y cuál es la situación actual del euro.

¿Cuál es la situación actual del euro?

A finales de 2021 se detectó una depreciación del euro de casi un 9% respecto al inicio de la pandemia en marzo de 2020. Entre los motivos se encuentra la retirada de los estímulos de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo. Por su parte, el dólar subió en torno a un 8%, demostrando cierto fortalecimiento.

A comienzos de año, el refuerzo del dólar siguió en cabeza, llamando la atención de operadores e inversores al tratarse de una moneda que afecta a muchos activos. El hecho de que el dólar se refuerce y suba implica una caída para el euro, que se mueve entre los 1,12 y 1,14 dólares.

Mientras que la Reserva Federal ha anunciado su intención de subir los tipos, el Banco Central Europeo se muestra reticente aún, lo cual ha llevado a muchos analistas a prever caídas del euro frente al dólar.

¿Cuál es el valor actual de una moneda?

Desde finales del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial, el valor de las monedas estaba determinado por el patrón oro, es decir, a una determinada cantidad de monedas le correspondía una cantidad determinada de oro. Este sistema dejó de emplearse tras la Primera Guerra Mundial porque los gobiernos que estaban en guerra necesitaban imprimir moneda sin redimirla en metal.

No obstante, mucha gente sigue pensando que el patrón oro sigue vigente, pero lo cierto es que ya hace muchos años que no se utiliza. De hecho, el último país en abandonarlo fue Suiza, y lo hizo en 1998.

En la actualidad, las monedas y billetes no tienen valor por sí mismos, solo representan la riqueza que tiene un país y hacen el intercambio más fácil.

¿Qué factores intervienen en la devaluación de una divisa?

Las causas de la devaluación de la moneda pueden ser múltiples:

  • Cuando comienza a circular más dinero entre la gente, pero ese incremento no está vinculado a la riqueza de un país y, por tanto, no está respaldado por las reservas monetarias. Es decir, si se imprimen más billetes, el valor de todos los bienes y servicios disminuyen, lo cual genera inflación; compraremos menos cosas con los mismos billetes.
  • La demanda de la moneda local es baja, es decir, no hay interés en utilizar la moneda local para hacer transacciones o realizar operaciones comerciales.
  • Vinculado al punto anterior, cuando la demanda por utilizar una moneda extranjera se incrementa.
  • En el caso de que haya un déficit en la balanza comercial de los mercados internacionales, en especial cuando un país importa más que exporta, ya que compra más, pero vende menos.
  • Cuando existe una desconfianza en la economía local (derivada de crisis sociales o políticas, guerras, situaciones de terrorismo, etc.), y los inversores extranjeros deciden retirar su financiación para depositarlo en otros países con economías más estables. Es lo que se conoce como “fuga de capitales”.
  • El último argumento sobre por qué sube o baja el valor de la moneda es porque el banco central así lo decide. Esta es una medida bastante extrema y poco habitual, pero que se realiza cuando se pretende disminuir las importaciones y dar un empujón a la producción y economía locales. De esta manera, los productos extranjeros elevan su precio, mientras que los locales resultan más asequibles.

Consecuencias de devaluar una moneda

Como anunciábamos al comienzo de este post, las consecuencias de la devaluación de la moneda son múltiples y muy variadas, para muchos es un arma de doble filo. Si bien es cierto que ha sido una práctica habitual utilizada por muchos países, no siempre ha tenido las consecuencias deseadas. Por ello muchos economistas recomiendan realizar un estudio de la economía mundial para identificar y tener en cuenta los factores externos antes de adentrarse en este difícil camino.

La primera y más evidente es que, si la moneda nacional se abarata, la extranjera se vuelve más cara. Por lo tanto, las importaciones se encarecen y los productos extranjeros valen más. Esto afecta principalmente a la ropa y el calzado, que suelen provenir de otros países, a los alimentos de origen extranjero, a los servicios de telefonía, etc.

Por el contrario, la parte positiva. Y es que, como nuestros productos son más baratos porque la moneda está devaluada, las exportaciones se incrementarán, ya que, según la ley de la oferta y la demanda, el comercio siempre preferirá productos y servicios con un menor coste. Que un país aumente sus exportaciones es beneficioso para su economía.

Cuando un país tiene una moneda local más barata se refleja en el turismo, ya que viajar se vuelve más barato. De esta forma, se generan más puestos de trabajo y ganancias para los centros turísticos.

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Fuentes: