Semana con significativos datos a nivel macroeconómico a ambos lados del Atlántico.  Así, conocimos que el PIB de la UEM avanzaba según lo previsto en el 4tr17 (0,6% trim.),  revisándose al alza los registros anteriores.  Se confirmaba que el crecimiento interanual del 3tr17 habría alcanzado el máximo valor desde 2011 (2,8% a.). En cuanto al agregado de 2017, la economía de la Eurozona experimentaba un avance del 2,5% y alcanzaba tasas no vistas desde el año 2007. Por países, sobresalían las estimaciones preliminares del PIB de España (0,7% trim.) y Francia (0,6% trim.) del 4tr17.

Los indicadores de confianza de la UEM elaborados por la Comisión Europea retrocedían ligeramente en enero, si bien hay que recordar que dicha contracción se producía desde niveles máximos y convivían con un buen desempeño de las componentes de precios. Conocimos también que el IPC de la Eurozona moderaba hasta 1,3% a. (1,4% ant.) en enero, si bien, en términos subyacentes, repuntaba una décima (1,2% a.) y los precios de los servicios continuaban creciendo a un ritmo de 1,2% a. En nuestro país,  el viernes se publicaba que el número de desempleados aumentaba en diciembre en +63.700 personas. No obstante, observando las cifras ajustadas a efectos estacionales, en el último mes de 2017 se producía una caída del número de parados de -24.160 personas (-0,71% m.), mientras que el empleo aumentaba en +66.578 (0,36% m.) hasta la cifra más alta desde diciembre de 2008 (18.536.430 personas). En Estados Unidos, conocimos  los datos de empleo de enero.  Se crearon 200.000 puestos de trabajo, situándose la tasa desempleo en el 4,1% por cuarto mes consecutivo. Lo más relevante fue el dato de  aceleración de los salarios hasta 2,9% a., la tasa más alta desde 2009.

A nivel institucional, destacar la primera reunión del año del FOMC, la cual se saldaba con el mantenimiento de los tipos de interés en el rango objetivo 1,25% – 1,50%. Será recordada por ser la última reunión presidida por Janet Yellen antes de ceder su asiento a Jerome Powell.  En los mercados, las bolsas vivían una semana marcada por la recogida de beneficios a nivel mundial y, mientras el Eurostoxx perdía un -2,93% sem., el FTSE londinense se dejaba un -2,49% sem. El Ibex 35, que el viernes se dejó un 1,81%, tuvo su primera semana en negativo del año con un descenso del 3,62%, el mayor desde noviembre de 2016, antes de conocerse el triunfo de Donald Trump. Estas caídas aunque son significativas no consiguen borrar el signo positivo que acumula el índice en el año, con un avance del 1,67%, hasta los 10.211 puntos.  Los inversores también deshacían posiciones en deuda pública, principalmente, en bonos estadounidenses y alemanes.

De hecho, la rentabilidad del T-Note a diez años llegaba a rozar el umbral de 2,80%, mientras que la de su homólogo germano subía +10,6 p.b. hasta 0,74% (máximos desde 2015).  La renovada confianza en la economía española a la que aludía el jueves el ministro de Economía, Luis de Guindos, está teniendo su reflejo en la deuda española, que pasa del 1,57% al 1,46% . La mejora de la calificación por parte de Fitch y el buen desempeño de la economía justificarían estos descensos. En cuanto al mercado de divisas, el euro ponía freno al rally de inicio de año y el viernes al cierre de los mercados europeos corregía un 0,3%. A pesar de este descenso, la divisa avanzaba un 4% en lo que va 2018 y se cambiaba a 1,246 dólares. En cuanto al precio del petróleo, se veía afectado tanto por el tono positivo de la demanda mundial como por las dudas hacia el compromiso del pacto de reducción de la producción de la OPEP y otros países. El barril de  Brent cerraba la semana en 69,47 dólares.