¿Cómo ha sido la evolución de Cooperativa Corchera San José S.C.A.?

En Berrocal la propiedad rústica se encuentra bastante repartida y atomizada, por lo que los berrocaleños encontraron en el asociacionismo una herramienta para defender sus modestas producciones. Es por esto que a partir de ese pequeño núcleo originario se fueran uniendo más socios hasta alcanzar la cifra actual, que representa, aproximadamente, un 98 % de los propietarios del municipio.

¿Cuáles han sido los principales momentos del proceso de crecimiento de la cooperativa?

La Cooperativa Corchera nació, como decía, con una única finalidad de comercializar conjuntamente el corcho, pero en breve plazo se ha desarrollado hacia un doble objetivo: primero, seguir atendiendo las necesidades de servicios a sus socios para la gestión de sus explotaciones forestales. Y segundo, como empresa comercializadora y preparadora de corcho.

Con el paso de los años se fueron creando nuevos servicios que ofrecer al socio, tenemos nuestro propio parque de maquinaria, se forman cuadrillas de personal cualificado en trabajos forestales y se ofrecen los servicios técnicos de asesoramiento y tramitación necesarios. En definitiva actuamos como una entidad colaboradora para la gestión y aprovechamiento de los terrenos forestales de sus asociados.

En el año 2002 se puso en funcionamiento la planta de cocido y empaquetado de corcho, convirtiéndonos de esta forma en industria preparadora, pero debido a la evolución concentradora  de la industria corchera , casi monopolista, y a la disminución de producción por los efectos del terrible incendio forestal del año 2004, que afectó a más de 6.500 ha del término municipal y sobre todo debido a la decadencia del alcornocal, por los efectos de la enfermedad denominada “seca de las quercíneas”, hace que esta actividad esté paralizada; esperamos que coyunturalmente.

Por último, se ha completado el proceso de adaptación del surtidor de combustibles, que comenzó a dar sus servicios en 2009 sólo para socios, y que ahora, gracias a la inestimable ayuda de la Fundación Caja Rural del Sur, atiende a toda la población de Berrocal y público en general.

¿Qué representa la cooperativa para la economía de la zona?

La Cooperativa Corchera se constituye en una herramienta fundamental en la gestión de las explotaciones forestales de sus socios, al contribuir al mantenimiento económico y social de una peculiar estructura de propiedad forestal familiar minifundista. Su actividad incide directamente en las economías familiares, representado un pilar de las actividades económicas del municipio. De esta forma, tanto por el volumen económico, como por la actividad directa o indirecta, como por empleo generado, la Cooperativa Corchera es parte importante y básica de la economía berrocaleña.

Además, es un instrumento básico para conseguir una gestión integral del monte de alcornocal que garantice su mantenimiento y persistencia, al mismo tiempo que revalorice su rentabilidad.

El dicho de que “la unión hace la fuerza” tiene todo su sentido en este contexto y más aún en el sector corchero donde el intervalo de turno de producción, la escasez de profesionalidad, la falta de claridad en las transacciones comerciales, etc., hacen que nos enfrentemos a un mercado sin reglas de juego establecidas y donde el productor se encuentra solo y desinformado ante la gestión de venta de sus productos y de su propia explotación.

Por todo ello creo que la Cooperativa Corchera se convierte en un pilar esencial e indispensable para el desarrollo rural de la zona.

¿Qué proyectos tienen en estos momentos?

La perspectiva de futuro de la Cooperativa Corchera se enmarca entre su propia capacidad de gestión empresarial y la evolución del sector industrial corchero. Este sector muestra una fuerte inestabilidad y está en una fase de reconversión, concentración, profesionalización y dura competencia ante las exigencias del mercado y la aparición de nuevos productos, que hacen que toda nueva inversión deba ser aún más planificada y analizada.

No obstante, a nuestra escala, nos hallamos inmersos en un incremento continuo de inversión y de diversificación de actividades y servicios. Así por una parte estamos completando y mejorando los servicios que ofrecemos a nuestros socios como la adquisición de nueva maquinaria forestal, ejecución del plan de prevención de incendios forestales, servicios técnicos, autoservicio de gasoil, etc., y por otra, aunque aún está en fase de análisis, siempre aspiramos, o soñamos, con poner en funcionamiento una industria trasformadora de corcho para la producción de tapón natural.

Pero debemos de ser realistas, todo el futuro de la cooperativa  se halla “hipotecado o sometido” a factores externos, abióticos, que “degradan, afectan y eliminan” nuestras masas forestales de alcornoques y, por ende, nuestra producción corchera. Pero si con paciencia, trabajo y esperanza, podríamos luchar por la regeneración de nuestros alcornocales, los efectos de la enfermedad, o mejor dicho plaga, que está secando nuestros alcornoques a un ritmo devastador, está haciendo “mella” en el ánimo de los productores que ven con total impotencia como día tras día  se cortan miles de pies de alcornoques afectados por esta enfermedad. Estas circunstancias nos sobrepasan y no observamos ni soluciones técnicas ni colaboración administrativa que nos dé un halo de esperanza y solución.

Pero  nuestros montes suponen también una parte fundamental de nuestra propia identidad, de nuestra forma de ser. Las raíces del berrocaleño, la de nuestros antecesores y quisiéramos que la de nuestros hijos, están unidos a nuestro medio forestal, a su paisaje y a sus lugares. Esto nos hace tener esperanza de que seremos capaces entre todos de recuperarlos, sabremos sobreponernos a estas catástrofes ecológicas y económicas y sabremos luchar contra los elementos, para que progresivamente, día tras día, año tras año, veamos cómo se va recuperando y naturalizando, de tal forma que este paisaje de desolación que nos rodea, sea sólo una imagen de una mala pesadilla que ya pasó.

¿Cómo valora la situación del mercado del corcho?, ¿cómo ve el futuro del sector?

Considero que para analizar la situación actual es necesario mirar para atrás en el tiempo y ver qué es lo que ha ocurrido, porque en cierta forma somos herederos de situaciones y circunstancias históricas. Estas circunstancias, tanto sociales como económicas, hicieron que desde finales del siglo XIX y principios del XX, época de brillantez del sector corchero, se ubicaran las fábricas de trasformación corchera en zonas distintas a las productoras, sobre todo en Cataluña y en el norte de Portugal, cercanas a las empresas compradoras del producto final y con una buena estructura de comunicaciones y un tejido industria asentado y en expansión.

Junto a ello, las zonas productoras de corcho como Andalucía y Extremadura, mantenían estructuras sociales y económicas basadas en la producción primaria agraria procedente de grandes superficies con abundancia del campesinado y con una escasa o nula clase media que sustentara un tejido industrial.

La estructura actual es heredera de la evolución histórica. Actualmente, quizás, la industria corchera está atada por sus propios errores, porque no supo evolucionar al mismo ritmo que el mercado, innovando, tecnificándose y sobre todo abriendo mercados y vendiendo su producto.

Actualmente el sector y mercado corchero, tanto el productor como el industrial vive enfrentado a diversas circunstancias, de carácter interno y externo, que están provocando fluctuaciones e inestabilidad que originan cambios en los modelos productivos, y en esta complicada y enrevesada situación cabe destacar los siguiente hitos de la situación actual del sector:

1.- Sector industrial  altamente competitivo, competitivo entre industrias y con respecto a otro productos alternativos, competitivo por unas bodegas cada vez más exigentes en cuanto a la calidad y el precio del producto final, y competitivo porque exige unos costes financieros muy elevados que hace que estemos en un mercado en franca reconversión y concentración.

2.- En segundo lugar, existe una elevada dependencia de un solo producto: el tapón para el vino. Este hecho genera incertidumbres para las empresas y los territorios corcheros. Los cambios en el consumo pueden reducir la demanda de vino y la emergencia de nuevos países productores vinícolas, que no disponen de corcho, facilita la aparición de productos alternativos. Se hace necesario campañas de sensibilización social de los valores ecológicos del alcornocal y de sus productos, así como una diversificación de los usos del corcho.

3.- En tercer lugar, el sector corchero, pese a su importancia, ha tenido y tiene una baja relevancia política, entre otras razones, por su peculiaridad y por el hecho de focalizar la actividad a través de empresas pequeñas y microempresas.

4.- Y por último volver a reincidir, con letras mayúsculas, y quizás por su  mayor importancia y relevancia para los productores, los problemas de orden biológico a los que se enfrentan las masas de alcornoques, sobre todo “la seca” que destruye nuestros árboles y atrae todo tipo de problemas fitosanitarios, además de falta de regeneración. Si se mueren nuestros alcornoques, se acaban nuestra actividad económica, se acaba una parte fundamental de nuestra propia identidad, pero también se acaba una parte del patrimonio natural de todos los andaluces.

No obstante, la cooperativa corchera de Berrocal, en su pequeño ámbito de actuación, ecológico, social y empresarial, espera ser un ejemplo de capacidad de superación, porque confiamos plenamente en que sabremos aprovechar las ventajas y retos empresariales que representa el sector industrial del corcho. Y confiamos en que las administraciones públicas comprendan que gran parte del desarrollo rural andaluz pasa por fomentar el sector forestal y, en consecuencia, apuesten e inviertan en este sector como se merece, porque:

La explotación del corcho es una actividad sostenible, respetuosa con el árbol, que aprovecha un recurso renovable que, acompañada de una gestión responsable, no afecta al ecosistema ni a los servicios ambientales del mismo. La explotación corchera aporta multitud de beneficios ambientales-sociales al ser el medio del mantenimiento y fomento de importantes masas forestales

Para poder aprovechar las oportunidades que se plantean y hacer frente a las debilidades y amenazas que tiene el sector, es necesario una acción conjunta y coordinada de todos los actores de la cadena productiva y de la cadena de valor del sector: desde las empresas, centros tecnológicos, asociaciones empresariales, áreas de promoción económica y desarrollo local. Sin olvidar que las administraciones juegan un papel decisivo para mantener y aumentar la calidad y competitividad del territorio.

Debido a la importancia que dicha actividad tiene para el desarrollo local, la cooperación entre regiones y poblaciones corcheras resulta un elemento fundamental para implementar estrategias comunes que defiendan un modelo de desarrollo sostenible, basado en el mantenimiento de la producción corchera y en el incremento de su competitividad. Es la única solución, si las cooperativas nacen porque “la unión hace la fuerza”, el futuro del sector corchero debe basarse en aprender de nuestro pasado, evitar el oscurantismo, el individualismo, y entre todos los actores implicados, productores, industrias (corcheras y bodegas), administración y sociedad en general mirar al futuro unidos y asumiendo que entre todos podemos rentabilizar la actividad económica y social del sector del alcornoque y el corcho.