Última semana del año en la que el Ibex35, con una caída del 1%, en los 9.544 puntos, cerraba su peor año desde 2011. En términos anuales ha bajado el 7,15% después de una racha de dos años de subidas. El resto de grandes índices europeos sí han acumulado una fuerte revalorización, destacando el italiano, con una ganancia en el año de casi el 13%, y las bolsas de Francia y Alemania, que han subido cerca del 10%. Al otro lado del Atlántico, el Down Jones ha acumulado una depreciación de más del 1% y el S&P500, con una caída del 0,73%, acababa con una racha de cinco años de subidas. Con respecto al mercado de deuda pública, el bono español a 10 años cerró el año con una rentabilidad del 1,74%; el bono alemán en el 0,63%; la prima de riesgo en 111 puntos básicos, lejos del máximo alcanzado en plena crisis griega durante el mes de julio, momento en el que llegó a los 161 puntos básicos.
En cuanto al mercado de divisas, la moneda única, que había registrado máximos de 1,16 dólares el agosto pasado, acabó el año en los 1,09 dólares. El precio del petróleo se ha depreciado en el 2015 entorno al 36%, llegando a alcanzar su cotización mínimos desconocidos en más de una década. El precio del Petróleo Brent cerró el 31.12.2015 a 37,60 dólares el barril. El 2015 ha sido el año en el que el BCE decidió comprar deuda soberana, regional y local, añadiéndola a las compras de cédulas y titulizaciones que ya estaba llevando a cabo. También ha sido el año en el que el BCE bajaba la facilidad de depósito en -10 puntos básicos hasta el -0,3%, prolongaba hasta marzo de 2017 las compras mensuales de 60 m.m. € de activos, y se mantenían las operaciones de financiación a tres meses a tipo fijo y con total adjudicación de la demanda al menos hasta finales de 2017. La Fed decidía subir los tipos hasta el 0,5% después de mantenerlos en mínimos históricos desde finales de 2008, marcando un punto de inflexión a su política monetaria expansiva. 2015 ha sido el año en el que temimos por la salida de Grecia del euro, de las tres devaluaciones de la moneda china y su ralentización económica, del conflicto entre Rusia y Ucrania, de la guerra de Siria, de la crisis de los refugiados, de las elecciones en el Reino Unido, del cambio de gobierno en Portugal y de las elecciones en España, motivo de incertidumbre al no haberse podido formar hasta el momento Gobierno, pendiente de un acuerdo entre partidos o en caso contrario, de una nueva convocatoria de elecciones generales. Y no podemos olvidar a Abengoa, que ha protagonizado la agenda empresarial nacional en el último tramo del año y que podría ser la mayor quiebra en la historia de España si no se evita el concurso de acreedores antes del 28 de marzo. Os deseamos todo lo mejor para este 2016 que acaba de comenzar.
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