Varias son las razones que han confluido, para que se produzca este “renacer” del sector.
Por un lado, la escasa rentabilidad que actualmente ofrecen los depósitos a los clientes por la que además soporta una tributación directa. En un escenario de tipos de interés prácticamente en cero, hace que a las entidades pueda llegar a costarles dinero, ya que tienen que remunerar este ahorro, a un tipo que en multitud de ocasiones ellas no son capaces de rentabilizar.
Por otro lado, el buen tratamiento fiscal de los fondos, no teniendo que tributar mientras no se reembolsa y permitiendo vía traspasos, gestionar el riesgo que asumimos en cada momento, sin necesidad de pagar un tributo a Hacienda por las plusvalías “latentes”, les hace fiscalmente muy atractivos.
Se habla en genérico de los fondos, pero realmente lo único que tienen en común todos ellos, es el buen trato fiscal. Mientras no se reembolsa, no se tributa en renta y además por la vía de traspasos, puedes gestionar tu exposición al riesgo, sin coste fiscal.
A partir de ahí, en buena parte es distinto. Hay fondos con muy poco riesgo (garantizados de renta fija, monetarios); fondos con poco riesgo (renta fija a corto plazo, mixtos de renta fija) y fondos de riesgo alto (renta variable en sus diversas variantes, high yield, etc…)
El riesgo de un fondo viene dado por los activos que integran su cartera, y éste puede ser absolutamente dispar en función de la política de inversión que tenga, que delimitará las inversiones que pueda realizar ese fondo.
En definitiva, como en cualquier tipo de inversión, pueden tener un riesgo casi inexistente o alta exposición al mismo. Para ello es fundamental, leerse los folletos de los fondos, donde viene definida la política de inversiones de los mismos y ver dónde se puede invertir, qué riesgo se puede tomar y cual no. En esta “perfilación” de cada inversor al riesgo, es fundamental también una adecuada formación de las redes comerciales y un adecuado asesoramiento, para que cada uno de nuestros clientes, invierta, si así decide hacerlo, en un fondo con un perfil de riesgo que se ajuste al que él quiere tener y con el que se encuentra “cómodo”. Si no se hace así, habrá problemas en el futuro.
Todo esto, ha provocado una explosión en el crecimiento del sector en España en 2014-2015, con tasas de crecimiento medias del 25% en 2014, que pueden verse superadas en 2015 (a finales de Febrero un 6%).
En Gescooperativo, gestora de instituciones de inversión colectiva del grupo CAJA RURAL, hemos procurado hacer las cosas de forma sencilla, pero clara. Cuando llegué en 1998, gestionábamos 500 millones de euros y hoy hemos sobrepasado los 3.200 millones.
Hemos renombrado los fondos, con una política declarativa de las inversiones, tratando que los mismos indiquen con claridad donde se invierte e incluso el riesgo en que se puede llegar a incurrir. Hemos huido de nomenclaturas llamativas y hemos tendido a nombres claros y definidores de políticas de inversiones. Siempre que hemos creado un fondo, hemos establecido un “objetivo de rentabilidad a batir” y unos límites máximos y mínimos de riesgo, tanto si los fondos eran de renta fija, mixtos o variables. Durante este tiempo, hemos sufrido mejores y peores años, pero siempre hemos tenido en mente que la claridad y la sencillez debían guiar nuestro camino. Nunca hemos querido gestionar en directo aquello que no sabíamos hacer. Los frutos han sido muchos, no solo por el alto grado de satisfacción de nuestros participes-clientes, también por el fuerte crecimiento que hemos experimentado y la multitud de premios que nos han otorgado, distintas casas de análisis y rating de fondos. Todo esto se ha visto jalonado en 2015 con la calificación de Morningstar a Rural Tecnológico Renta Variable FI, como el fondo español más rentable de 2014, con casi un 33% de revalorización. Podría extenderme, relatando muchas anécdotas y situaciones vividas, pero creo que lo fundamental, es que el esfuerzo de todas las personas involucradas, ha valido la pena y ha dado su rédito.
Que podemos esperar para los años venideros?
Teniendo en cuenta que la situación actual viene marcada por: crecimientos económicos moderados, inflaciones muy bajas, tipos de interés cercanos a cero en todo el mundo desarrollado y gran liquidez. Es previsible que la situación continúe igual, en el futuro más cercano. El crecimiento, fundamentalmente, está viniendo de la mano de los fondos mixtos. En este sentido es importante que no asistamos a un repunte importante de los tipos de interés de la deuda ni a bajadas bruscas ni profundas en las bolsas. En los mercados, nada está garantizado, pero con el escenario que he expuesto anteriormente, es previsible que unos tipos más bien bajos y unas bolsas estables, se puedan mantener hasta 2017. Ello, probablemente dará más confianza y estabilidad a los clientes-partícipes y permitirá que el flujo de fondos hacia las instituciones de inversión colectiva continúe.
¡Ojala sea así!
Artículo firmado por:
Gonzalo Rodríguez-Sahagún Martínez
Presidente
Gescooperativo SGIIC Gestora grupo CAJA RURAL