Caja Rural del Sur ha patrocinado la decimoquinta edición del Barómetro Económico de Sevilla presentada en el Colegio Profesional de Economistas de Sevilla, publicación coordinada por el profesor del Departamento de Economía de la Universidad Loyola y director del informe, Manuel Alejandro Cardenete. Han estado presentes en el acto, el decano del Colegio de Economistas, Francisco J. Tato Jiménez, y Rafael Peral, responsable de Convenios, Colectivos e Instituciones de Caja Rural del Sur.
Según la publicación, la economía sevillana mejora sus previsiones económicas para el final de este año y para el comienzo de 2023 con respecto a las reflejadas en el anterior Barómetro Económico de Sevilla que editan el Colegio de Economistas de Sevilla en colaboración con la Universidad Loyola. De esta manera, las estimaciones expuestas este lunes y correspondientes al último número indican que el Producto Interior Bruto (PIB) podría crecer hasta un 4% en 2022, es decir, dos décimas más, y un 1,5% en 2023 siendo la subida de tres décimas.
En cuanto al mercado laboral, la tendencia sigue siendo positiva, aunque “podría frenarse por la pérdida de afiliados a la Seguridad Social en la segunda mitad de 2022”, han señalado el Colegio y la Loyola en una nota de prensa remitida.
Las tasas interanuales de inflación continuarán siendo elevadas en los próximos meses, aunque se prevé “una moderación paulatina” en línea con el comportamiento de los precios de las materias primas y los productos energéticos. La tendencia “decreciente” de los crecimientos interanuales del IPC hace que los expertos “revisen a la baja” la previsión, situándolo en 8,6% frente al 9,4% estimado en el último número.
A pesar de todo, los indicadores económicos de Sevilla continúan mostrando una “desaceleración de la actividad económica”. La creación de Sociedades Mercantiles ha aumentado en septiembre, sin embargo, se ha mantenido “volátil” durante todo el año 2022. Similar es el comportamiento presentado por la matriculación de vehículos, que continúa a la baja motivado por la “escasez de componentes”, el incremento del precio de los carburantes y la subida de los tipos de interés.
El índice de confianza empresarial parece recuperarse en el tercer trimestre del año en curso. Estos registros, similares a 2018, son una tendencia decreciente mayor para Andalucía que para la provincia. En agosto, el turismo andaluz reportó 7,3 millones de pernoctaciones, un 96% de las reportadas en el mismo mes de 2019. En Sevilla, el comportamiento fue similar al de la región, con un 95,9% de las pernoctaciones registradas en agosto de 2019. En septiembre, fueron “aún mejores”, pues se registraron, respectivamente, un 95,1% y 93,9% de las pernoctaciones de septiembre del pasado año. “Especialmente, reseñable es la fuerte recuperación en Sevilla de las pernoctaciones realizadas por turistas internacionales”, destaca el barómetro.
En lo relativo al sector exterior, la disminución de las importaciones respecto al segundo trimestre –519,05 millones–, provocado por el alza de los precios de la energía, y el incremento de las exportaciones –922,4 millones– provocan un “fuerte incremento del saldo comercial”, que se situó en 403,33 millones en el tercer trimestre de 2022. La inflación se situó en septiembre en el 9,3% (frente al 10,9% de agosto), mientras que en octubre se fijó en el 7,4%. A pesar de esta disminución, la inflación sigue siendo el principal factor negativo de la actual situación económica.
Ver aquí completa la decimoquinta edición del Barómetro Económico de Sevilla.