Fue en el año 2016 cuando tuvo lugar el famoso referéndum que sometió a votación la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Por una diferencia porcentual de apenas cinco puntos (51.9% votaron que sí, y un 48.1% votaron que no), el Brexit se hizo real, marcando así un nuevo rumbo para ambas partes.
Pero no fue hasta el 1 de enero de 2021 que se hizo efectivo el Acuerdo de Retirada. Desde entonces ya ha pasado un año, así que creemos que es momento de valorar cómo ha afectado el Brexit a ambas partes, qué dudas y contradicciones han surgido.
Análisis del primer año del Brexit
Tras salir de la Unión Europea, Reino Unido ha dejado de pertenecer a un mercado formado por 27 países en el que participan a diario 400 millones de personas. Ahora lo hace por su cuenta en un mercado que se presenta cada vez más globalizado y complejo.
Estamos ante una situación completamente nueva para todos.
Aranceles y aduanas
Para que el cambio no fuera muy abrupto, Europa concedió a Reino Unido un periodo de gracia que llegó a su fin este mes de enero. Desde este momento, todos los países que vayan de la Unión Europa a Reino Unido y al revés deberán tener especificadas las normas del país de origen y cumplir con los controles de seguridad sanitaria y fitosanitaria pertinentes. Por supuesto, también deben cumplir con los pagos arancelarios y aduanas.
Podría darse la circunstancia de que Reino Unido deje de cumplir con este acuerdo. En esa situación, la Unión Europea podría incluir aranceles a determinados productos, comenzando una guerra comercial como la existente entre China y Estados Unidos. O peor aún, podría plantear un Brexit sin acuerdo.
Las aduanas han afectado a las exportaciones de Reino Unido: la Oficina para la Responsabilidad Presupuestaria del Reino Unido (OBR) mantiene que se recortarán en un 15%. La previsión es la misma que de hace 5 años, cuando se votó el referéndum.
Falta de trabajadores
Tras la salida de Reino Unido de la UE, las empresas han reducido su inversión en el país, así que el mercado laboral se ha visto gravemente afectado.
Además de la falta de inversión, el Brexit ha afectado a los inmigrantes. Durante mucho tiempo, trabajos en el sector del transporte, la hostelería, la sanidad o la construcción estaban cubiertos por personal con poca cualificación académica (y, por tanto, más económico) que procedía, en su mayoría, del sur y este de Europa.
Pero la nueva ley de inmigración trajo consigo la libertad de movimiento de personas de la Unión Europea. Algunos volvieron a sus países de origen o a otro sitio que ofreciera mejores condiciones, mientras que los que optaron por quedarse se encontraron con dificultades para acceder al mercado laboral británico. Una combinación de factores que mermó gran parte de la mano de obra extranjera.
Punto de situación de Irlanda del Norte
Para el Brexit era muy importante salvaguardar el Acuerdo de Viernes Santo y no tener que levantar una frontera entre las dos Irlandas.
Para ello, se confeccionó el Protocolo de Irlanda del Norte, según el cual ni Reino Unido ni el país irlandés forman parte de la unión aduanera de la Unión Europea. Pero, dada la situación de las dos Irlandas, los productos que provinieran de Reino Unido y fueran con destino a la República de Irlanda deberían pasar un control fronterizo entre Reino Unido e Irlanda del Norte (a pesar de que las dos se habían salido de la Unión Europea).
Para evitar el caos y un posible colapso, se concedió un periodo de gracia que duraría, en un principio hasta abril de 2021. Tras un par de incidentes en la zona, los británicos informaron de que el periodo de gracia se ampliaba hasta octubre de 2021. Una decisión que no se podía tomar de manera unilateral y a la cual la Unión Europea respondió con el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
La no aplicación de este protocolo podría terminar con Irlanda del Norte como puerta trasera de los productos británicos, haciendo que se cuelen a Europa bienes que no cumplen con los estándares del mercado europeo.
Aun así, se sigue buscando una solución para beneficiar a todas las partes del acuerdo.
Así está la situación de Escocia ante el Brexit
Desde el principio, Escocia fue el país que más se opuso a la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Hasta el punto de que se ha pedido volver a repetir el Referéndum para la independencia de Escocia que se realizó en 2014.
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, manifestó su intención de celebrarlo de nuevo a finales de 2023.
En lo que coinciden muchos expertos es en que el Brexit se ha cruzado con una pandemia, resultando en un mal escenario. Por lo tanto, no se puede anticipar cómo va a influir la salida de Reino Unido a medio plazo, pero sí se puede afirmar que hubiera sido uno de los países mejor parados de haber permanecido en la Unión Europea.
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