El periódico ABC de Sevilla destaca en una información el 25 aniversario de la integración de las cooperativas de crédito de Huelva y Sevilla, que consolidó una entidad con presencia en toda Andalucía, Madrid y Portugal
Rural del Sur cumple su primer cuarto de siglo en un momento dulce. La entidad andaluza alcanzó un negocio consolidado de 17.787 millones de euros, tras crecer un 56% en los últimos cinco años, un periodo en el que ha alcanzado 650.000 clientes, 1.000 empleados y 314 oficinas. «Se constata que representamos un modelo financiero que garantiza el crecimiento y la inclusión», sostiene su presidente, José Luis García-Palacios Álvarez.
La trayectoria de esta institución comienza en el año 2000, cuando las rurales de Huelva y Sevilla deciden sellar su integración para forjar un proyecto de mayor dimensión y con capacidad de crecer en otras geografías. El nombre elegido para la firma fusionada fue concebido para dejar la puerta abierta a operaciones futuras y expandirse territorialmente.
«En aquel momento obtuvimos el apoyo de la entidad alemana DG Bank y salvaguardamos en España un sistema de gestión privado, muy orientado a los intereses de sus socios, que son los clientes y están pegados al territorio», recuerda García-Palacios Álvarez. Se ponían así los mimbres para que este sector pudiera dar un salto adelante para consolidar su posición.
«El tiempo ha dado la razón a quienes idearon este movimiento». Se proyectó hacia el futuro un modelo que garantiza una gestión prudente y solvente, que funciona en Europa con entidades líderes y que ha sido capaz de elevar su peso en España de manera constante y paulatina.
Hecho diferencial
«Tenemos una ventaja competitiva, que es nuestra propia estructura, pues nuestros socios son tanto clientes como propietarios, participan democráticamente en las decisiones y orientan nuestro foco al desarrollo económico y social de los territorios en los que operamos, priorizando el apoyo tanto a agricultores como a la comunidad empresarial local».
La rural estaba lista para crecer. Los años posteriores a la creación del Banco Cooperativo Español estuvieron marcados por conversaciones a varias bandas para consolidar una gran rural andaluza, con proyectos que se dilataban y no terminaban de fraguar. Finalmente, a fines de los noventa, se reactiva un proceso que culmina con la integración de Huelva y Sevilla, a la que se uniría Córdoba más de una década después. «Gracias a aquel movimiento, hoy somos la segunda rural de España en tamaño y la primera en cobertura territorial, con presencia en toda Andalucía, Madrid y Portugal (lo que nos convierte en la primera de nuestro sector con presencia fuera de España)». La fusión fue estratégica y «su efecto no ha sido lineal, sino exponencial, como se ha demostrado a lo largo de estos años».
Portugal –donde opera desde 2022– ha sido un hito emblemático. «Es nuestro vecino y una zona de expansión natural, pero no deja de ser un país distinto, con una regulación financiera particular, y hemos desarrollado esta internacionalización con éxito en nuestras oficinas de empresas en Faro, Lisboa y Oporto». En este país, junto con Agrimútuo (una federación de estructuras financieras cooperativas) han forjado el Consejo Consultivo de Cooperativas Agrícolas Ibéricas.
Desarrollo tecnológico
Otro punto destacado en la trayectoria de la entidad es el desarrollo tecnológico. «La primera banca electrónica del sistema español nació en nuestro grupo con Rural Servicios Informáticos (Ruralvía), ya que decidimos seguir el camino de grandes referentes cooperativos europeos, como Crédit Agricole y Rabobank». Ruralvía es «el primer proveedor tecnológico del sistema financiero español, por delante incluso de Indra, y provee a entidades fintech o al Banco de África, entre otros muchos operadores».
Inclusión social
Esta línea es complementaria con «un empeño especial por evitar la exclusión financiera». Para ello, se «mantiene la presencia en zonas rurales, asegurando el acceso a servicios financieros básicos y adaptados a las necesidades de las personas en situaciones de vulnerabilidad». Se han implementado soluciones como oficinas rurales y la instalación de cajeros automáticos en zonas con baja densidad de población.
Las cifras han acompañado a Rural del Sur, que en los últimos años ha elevado más de un punto su cuota de mercado. «En 2024 impulsamos la inversión crediticia un 7%, tras rozar los 7.500 millones en financiación», recuerda su presidente. Por segmentos, «los préstamos hipotecarios para la adquisición de viviendas experimentaron un crecimiento del 12 %, alcanzando alrededor de los 3.500 millones; la financiación a empresas registró un volumen total superior a 2.500 millones, y uno de los sectores estratégicos siguió siendo el agroalimentario, al que destinamos 1.400 millones de euros».
Y en este contexto, en el seno de la entidad son optimistas sobre el potencial de Andalucía en el futuro inmediato. «Nuestra comunidad está despertando», remarca García-Palacios. Andalucía es «el paraíso de Europa, con el 33% de la capacidad agrícola de España y un potencial de desarrollo industrial asociado a las renovables impresionante».
Ahora es el momento de seguir apostando por «la seguridad jurídica, la racionalización administrativa y las políticas proactivas para captar nuevas inversiones internacionales». Y esto se debe acompañar de medidas «para fomentar el talento interno con buenas política de formación». Con esos ingredientes, «estamos en el momento de dar un salto», concluye.