La sala de exposiciones del Centro Cultural ‘José Luis García Palacios’ en Córdoba de Fundación Caja Rural del Sur exhibe desde este miércoles, día 12 de febrero, la muestra de Ana Martínez denominada “Ebría de carne azul”. Las obras estarán hasta el día 12 de marzo, con horario de mañana, desde las 11:00 a las 13:30 horas, y por la tarde, de 18:00 a 21:00 horas.
La propia Ana Martínez explica de su obra que “esta exposición de cuadros al óleo bebe de todas estas experiencias y reflexiones sobre el universo que existe oculto bajo el mar y su comportamiento. “La fauna y la flora se tocan muy de cerca en el mundo submarino” (J. Verne).
Todo está en una perfecta comunión donde la luz actúa como aglutinante de esta enorme variedad de elementos y se hace protagonista, como no podría ser de otra forma, al son de la música visual de las corrientes marinas.
Trabaja sobre los reflejos de la luz solar en la superficie del agua, dibujándolos con bolígrafos azules, ultramar y turquesa, sobre delicado papel de algodón. Me fijo en las burbujas de oxígeno dentro del agua, como gotas de mercurio. Me recreo en los diferentes matices de azules dentro de un mismo azul, en los reflejos iridiscentes del azul submarino”.
Y explca que “el estado de ingravidez que sucede cuando se adquiere la destreza de la flotabilidad neutra, no es un estado estático, existe el movimiento, pero es un movimiento suave y armónico. La mente dirige los miembros y estos, al moverse, ejercen su presión sobre el agua que, al ser desplazada, traslada su masa a nuestro alrededor, creando una suave onda expansiva que provoca que continúe el movimiento por el resto del cuerpo. De esta manera fluyen los seres acuáticos dentro del agua”.
Recuerda Ana Martínez que Julio Verne escribe en su libro 20.000 Leguas de viaje submarino: “Ninguna de las hierbas que tapizaban el suelo, ninguna de las ramas que erizaban los arbustos se curvaba ni se extendía en un plano horizontal. Todas subían hacia la superficie del océano. No había ni un filamento, ni una planta, por delgados que fuesen, que no se mantuvieran rectos, como varillas de hierro. Los fucos y las lianas se desarrollaban siguiendo una línea rígida y perpendicular, mantenida por la densidad del elemento que las había producido. Inmóviles, cuando yo las apartaba con la mano las plantas recuperaban inmediatamente su posición primera. Era aquel el reino de la verticalidad.”
Por ello la creadora pienaa en “una sedación placentera, un salirse del mapa de complejidades del mundo en que vivimos, ebrios de carne azul, por un rato al menos. Un estado parecido a lo que sucede cuando meditamos, un estar aquí y ahora, con una agudizada consciencia de nuestra materialidad y de la que nos rodea, que se funden en el todo, en lo único, en el ser. Un reseteo necesario. Una tregua de paz”. Algo que se podá contemplar en la exposición que se inaugura la tarde de este miércoles en el Centro Cultural de la Fundación Caja Rural del Sur.