El presidente de Caja Rural del Sur, José Luis García-Palacios Álvarez, ha sido entrevistado en ABC de Sevilla y Huelva24 sobre la evolución de la economía andaluza y de la entidad. Recogemos la entrevista en Blogcrsur.es .

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José Luis García-Palacios es presidente de Rural del Sur y está al frente de la Federación Onubense de Empresarios, Asaja Huelva e Interfresa. Considera que la economía crece por el empuje de las empresas y la sociedad civil, que ha mantenido inversiones y proyectos peses a la incierta situación que ha creado la inflación. Sin embargo, apunta que provincias como Huelva o Cádiz necesitan el acompañamiento de una política de infraestructuras que acabe con su aislamiento histórico. También se deben acometer las obras pendientes en el ámbito del regadío, un déficit que ha agravado el impacto económico millonario de la sequía. Pese a las previsiones de crecimiento, apunta que sería un error caer en la complacencia. «Venimos de años en los que España ha destruido más tejido productivo que el resto de países de la UE y seguimos con una renta per capita inferior a la media, nuestra obligación debe ser crecer siempre más rápido», subraya.

–El boom de las renovables está acelerando inversiones en los polos de Huelva y Algeciras en torno al hidrógeno y la economía circular. ¿Es un buen momento para estos enclaves?

–Algeciras y Huelva se ven ahora como zonas complementarias para el desarrollo de esta nueva industria. ¿Es una oportunidad única para la cooperación entre ambos polos?

–Son dos territorios físicamente aislados, dado que son las únicas provincias colindantes de la UE que no tienen vías de comunicación común. Es el interés empresarial privado el que está acercando ahora ambos polos por su capacidad para cooperar y complementarse. Estas dos provincias son un fondo de saco que no han recibido históricamente la inversión que merecen en infraestructuras e interconexiones ferroviarias, el sector privado va por delante al identificar su potencial… Ojalá sea un acicate para que se mejore la conectividad de estas dos zonas.

–Hay previsiones económicas optimistas para 2023 y 2024. Como presidente de Rural del Sur, ¿perciben esta tendencia positiva?

–A pesar de las vicisitudes, como la inflación y la incertidumbre, ha existido un autoconvencimiento de las empresas, la industria y la sociedad civil de que se podría progresar, y eso ha sido clave en el crecimiento. Percibimos ese buen ritmo, aunque también estamos notando una relajación en el apetito de financiación que no nos preocupa pero que sí indica que tenemos que estar muy atentos a las señales. En términos generales, las estadísticas hay que ponerlas en su contexto. Es cierto que afortunadamente ahora España está creciendo más que otras economías de la zona euro, pero también viene de tasas mayores de caída en los años previos. Además hay que analizar de qué posición parte cada uno: en términos de PIB per capita y paro estamos en los peores puestos del ránking, así que aunque ahora avancemos más rápido, es una carrera en la que hemos salido desde las últimas posiciones, con lo cual es una obligación permanente movernos con más velocidad para converger con las economías más avanzadas de la UE. Al margen de la coyuntura, hay elementos estructurales que no han cambiado sustancialmente, como las diferencias entre el PIB industrial de España y de Alemania… No hay que ser autocomplacientes y debemos ser realistas sobre dónde estamos y dónde queremos ir.

José Luis García Palacios VALERIO MERINO

–¿Y Andalucía puede avanzar más rápido que la media nacional?

–Somos una comunidad con unas capacidades productivas que están todavía lejos de su verdadero potencial. Creo que hay un tejido productivo y una sociedad civil muy comprometida y consciente de todo lo que puede crecer en el futuro invirtiendo en su propia tierra, y hay inversiones y proyectos internacionales –como los citados antes– que se han fijado en nuestra región. Comparto el mensaje de que la mejor política económica es agilizar la burocracia para acelerar todas las inversiones que potencialmente se pueden desarrollar en Andalucía.

–¿El debate del gran problema andaluz, que es la sequía, está tapado por el debate de Doñana?

–Doñana es víctima de un discurso de escaparate auspiciado y alentado por facciones que reclaman una situación con altas dosis de ficción. Me quedo con las palabras de Miguel Delibes en la comisión del Parlamento andaluz, cuando solicitó que se saque el discurso de Doñana de la refriega partidista. El parque necesita un tratamiento con altísimas dosis de sentido común y partiendo de un debate mejor informado. También se necesita un diagnóstico real, y parte del mismo es que Doñana ha sido víctima de muchas ineficacias administrativas. Y por supuesto, hay que partir de la base de que los agricultores no son los responsables de la situación, porque ni gobiernan ni legislan, sino que cumplen las normas. El agricultor es el primer interesado en preservar el entorno, ya que de él depende su futuro y el de su familia.

–¿Existe una solución que pueda ser consensuada?

–Tenemos que asumir la historia de lo que se ha hecho en Doñana y buscar soluciones de buena fe y de consenso entre todos. El Plan de la Corona Norte en 2007 generó un limbo legal del que sus propios responsables son muy conscientes; ahora se acomete una norma para solucionar un problema que no quedó resuelto, y que no añade ni un metro cuadrado más a los regadíos de esa zona. Existe un consenso político y social en esta comarca que ha quedado enmudecido y tapado por la ficticia división que ha generado la refriega política. Me parece injusto el intento de confundir a la sociedad que existe en este asunto, el debate político no debe servir para todo.

–Andalucía creció menos que la media el pasado año por la sequía. ¿Cuál es el coste del déficit de infraestructuras hídricas pendientes?

–Se ha creado un clima de opinión contrario a los proyectos hídricos nacido en organizaciones urbanitas puras y duras, supuestamente ecologistas, que no creen en ellas… Pero tampoco valoran el impacto que esto tiene en el PIB, en el empleo agrario, en el mantenimiento de la propia naturaleza y de la población en el medio rural. Hay una serie de proyectos considerados de interés del Estado que llevan años recogidas en diversos planes, con todas las bendiciones institucionales, y sin acometerse. Con esas obras ejecutadas hoy la situación sería mejor.

–¿Portugal ha demostrado con el pantano de Alqueva la riqueza que genera el agua?

–Es el paradigma de cómo una de las regiones más depauperadas de la Península Ibérica es hoy un vergel, tras acometer un proyecto que ha requerido décadas de esfuerzos de diversos gobiernos. Es un ejemplo de agricultura sofisticada y cuidadosa con el medio ambiente, y de cómo ha transformado a los pueblos y localidades de este entorno.

–Rural del Sur inició hace años el crecimiento en Portugal. ¿Cómo evoluciona esta apuesta?

–Siempre hemos tenido una vinculación especial con Portugal, con la que no existen fronteras físicas. Desde hace dos décadas es un país que ha generado una nueva clase media y empresarial que está dando un salto cualitativo muy importante. Nosotros teníamos clientes españoles en Portugal y viceversa, con los que hemos profundizado en el conocimiento del mercado, y hemos ido al mercado con una oferta muy adecuada para financiar proyectos agroindustriales y otros sectores vinculados como el transporte y la distribución. Tenemos un consejo consultor de empresarios portugueses, dos oficinas, una en Faro y otra en Lisboa que hace banca universal, y seguiremos creciendo para cubrir todo el país.-

Entrevista publicada en ABC de Sevilla y Huelva24