En los últimos años, el sector agroalimentario ha experimentado tendencias y novedades que han generado un impacto significativo en el comercio internacional. Desde la adopción de avanzadas tecnologías hasta la incorporación de prácticas sostenibles, este sector ha experimentado un acelerado proceso de evolución, convirtiéndose en un pilar fundamental tanto a nivel nacional como global.
Relevancia de la industria agroalimentaria en la economía nacional
En nuestro país, el agroalimentario es uno de los sectores más importantes para la economía. Según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el 10% de nuestro PIB procede de este sector. De acuerdo con la misma institución, este porcentaje se tradujo el pasado año en casi 1 millón cuatrocientos empleos, lo cual supone un 6,5% del total de la economía nacional.
La importancia de este sector se debe a dos motivos principalmente:
- Por un lado, suministra alimentos a la población. Por lo tanto, los países cuya industria agroalimentaria sea sólida garantizarán una mayor seguridad alimentaria y asegurarán el abastecimiento de alimentos para sus habitantes.
- Por otro, su vinculación a las zonas rurales contribuye al crecimiento de las comunidades en estas áreas geográficas, generando nuevas oportunidades para los agricultores locales y mejorando sus condiciones de vida.
Impacto del sector agroalimentario en el comercio internacional
En nuestro país, la actividad agroalimentaria es muy amplia, y nuestros alimentos, de una calidad excelente. Por lo tanto, las importaciones de productos agroalimentarios son de gran relevancia en el contexto del mercado internacional.
De acuerdo con el Avance Anual Comercio Exterior 2022 del Gobierno de España, el año pasado este sector generó, en ganancias de exportación, unos 60 millones de euros; lo cual supone casi seis millones más que el año anterior. En el mismo informe se recogen los principales países exportadores: Francia, Alemania e Italia.
En 2021, este tipo de exportaciones batió su propio récord, ya que logró superar los 60 millones de ganancias, y creció un 11% más que en 2020. Un suceso que adquiere mayor relevancia si se tiene en cuenta el delicado contexto en el que se produjo: la pandemia de la COVID-19, que impactó en multitud de empresas y sectores.
Tendencias actuales del sector agroalimentario
Al igual que ocurre con el resto de los sectores, el agroalimentario también evoluciona y cambia con el tiempo. Algunas tendencias caen en desuso, mientras que otras nuevas nacen y crecen.
En los últimos meses, se ha asistido a un cambio en el paradigma, que ha propiciado la aparición de novedades tan reseñables como las que mencionamos a continuación:
- Implementación de herramientas de inteligencia artificial o big data que ayudan a predecir cosechas, el tiempo atmosférico y también contribuyen en la toma de decisiones mientras minimizan los riesgos. También ayudan a reducir las pérdidas económicas.
- Mejorar la eficiencia y reducir los tiempos de trabajo mediante la automatización de procesos como el riego, uso de automóviles autosuficientes, drones, softwares o recolección autónoma.
- La crisis energética y la inflación de los pasados meses también han tenido impacto en el sector agroalimentario, el cual se encuentra en una situación de incertidumbre.
- Cambios en el patrón de comportamiento de los usuarios. Este sector está muy influenciado por cómo se comportan los consumidores, por lo que depende de ellos por completo. En los últimos años, los hábitos de gran parte de la población están cambiando, y esto repercute en el desarrollo del sector. Algunos de los más notorios, y de los que se espera que tengan más fuerza en los próximos años son:
- Desde el 2020, la preocupación por adquirir alimentos de calidad que sean positivos para nuestra salud física y mental ha aumentado. Cada vez son más los consumidores que se afanan en seguir una alimentación saludable y beneficiosa para el organismo.
- Alimentación vegetal y plant-based. La conciencia medioambiental también ha llegado a la alimentación. Por eso son cada vez más los usuarios que quieren reducir la ingesta de productos de origen animal. En consecuencia, han surgido empresas que desarrollan alimentos vegetales o plant-based.
- El número de consumidores que eligen marcas que respalden un modelo de negocio y producción sostenible crece año a año. Esto implica no solo la reducción de emisiones de gases perjudiciales, sino también el cuidado del suelo, la gestión responsable del agua y el bienestar animal, entre otros aspectos.
- Internet de las cosas o IOT. Esta nueva tecnología permite optimizar la agricultura con gran precisión gracias a los sistemas de GPS, los sensores, la monitorización, etc.
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