Si hay una moneda realmente importante en la historia monetaria española y nacional, esa es, sin duda, el Real de a Ocho, también conocida como Carolus o dólar español, desconocida para muchos pero que fue de vital importancia en la monarquía y expansión española tras el descubrimiento de América. Una moneda que serviría de referencia para las que vinieron después, como el dólar o el Tael, la primera moneda china.
Primero, un poco de historia
Para conocer la historia del Real de a Ocho, tenemos que conocer un poco la historia de España, concretamente la historia a partir del siglo XV.
Los Reyes Católicos financiaron la partida con la que Colón descubrió América en 1492. A partir de ahí, tuvieron lugar dos reinados que representaron la época más expansionista y prestigiosa de España:
- El de Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, hijo de los Reyes Católicos, que reinó entre 1516 y 1556.
- El de Felipe II (que reinó desde 1556 hasta 1598), hijo del anterior y nieto de los Reyes Católicos.
Un periodo de expansión que iba acompañado de dispendios económicos a los que la monarquía tuvo que hacer frente. En el siglo XVI tiene lugar la colonización, los descubrimientos y los primeros atisbos de una europeización mundial.
¿Qué monedas se utilizaban? Hay que entender que, en la Baja Edad Media, se aspiraba a crear una gran pieza de plata, una idea que, bajo diferentes nombres y estampas, fue aceptada por todos los Estados. Se materializa por primera vez con el Gros, moneda de plata francesa creada por Luis IX de Francia.
¿Qué ocurría en el caso de España? Entre las monedas del Imperio Español, los Reyes Católicos usaban el Ducado, moneda que Carlos I sustituyó por el Escudo en 1535. Felipe II revalorizó el Escudo, creó la Onza con valor de 8 escudos, y el Real de a 8, monedas de referencia que sirvieron para financiar la recuperación demográfica y económica del Occidente europeo, favoreció la introducción del mercantilismo en el siglo XVI.
Origen del Real de a Ocho
El Real de a Ocho viene del tálero alemán, una moneda que supuso el tránsito de la moneda medieval a la moderna en Europa. Fernando I, hermano de Carlos I de España y V del Sacro Imperio, unificó toda la moneda circulante en Austria sobre esta moneda, por lo que resulta lógico que Carlos introdujera esta moneda, bajo diferentes nombres, en el resto de Estados.
Sin embargo, no fue hasta el reinado de Felipe II, un rey austero pero que supo cómo perpetuar su reinado, cuando se acuñó esta moneda después de reformar la legislación monetaria de la época en su pragmática de la Nueva Estampa.
Curiosidades sobre el diseño del Real de a Ocho
Si hay algo especialmente llamativo en esta moneda, además de su importancia, es la elección del diseño.
Las columnas de Hércules, en el imaginario colectivo de la Antigüedad, representaban el fin del mundo. Por ese motivo, tenían entrelazada una cinta que decía Non Plus Ultra (‘no más allá’, en latín). Sin embargo, tras el descubrimiento de América se demostró que sí había mundo más allá y que el océano era navegable, y que nada tenía que ver con los mitos y leyendas que situaban terribles monstruos y aguas demasiado calientes.
Abanderándose de esta idea de que había mundo más allá, Carlos V, en su moneda del Real de a 8, decidió realizar una pequeña modificación: en el reverso, cambio el lema de la cinta por Plus Ultra (‘más allá’), poniendo de manifiesto la extensión y el poder del Imperio Español. Entre ambas columnas había dos mundos superpuestos que simbolizaban la inmensidad del imperio de los Austrias. Además, en el anverso añadió su escudo de armas al diseño.
Expansión del Real de a Ocho
Esta moneda fue el principal producto de exportación en los estados del Norte, las Antillas, Filipinas, China, Japón, Indochina, Corea, India y los Estrechos malayos. Además, se utilizaba en las transacciones comerciales con Oriente, Inglaterra y Francia.
En China y los países asiáticos, aceptaban esta moneda por su valor intrínseco y la consideraban como una mercancía sujeta a la ley de la oferta y la demanda. Su prestigio hizo que se considerara como único medio de cambio del comercio internacional para comerciar con Oriente y obtener té, sedas, marfil, etc.
Se convirtió en la unidad del comercio mundial hasta el siglo XIX, precediendo a la libra esterlina de oro inglesa y al dólar de plata estadounidense en la hegemonía financiera mundial. Era la moneda de reserva que se atesoraba en China, India y Medio Oriente.
A partir de entonces, siguió resultando competitiva en Oriente, donde se desplazó y superó a otras unidades de plata. Su heredera más directa fue la pieza de 5 pesetas, el “duro”.
¿Por qué es tan importante el Real de a Ocho?
El Real de a Ocho es importante por varios motivos:
- Lideró el comercio universal, ya que fue el eje comercial de los Estados de la mayor parte del mundo, introduciendo el mercantilismo por primera vez en la historia.
- Fue la primera moneda internacional indiscutible. Tal era su aprecio que fue tomada como referencia para crear otras divisas de la época, como el dólar o el Tael, la primera moneda china.
- Fue una moneda muy emitida por la abundancia de plata durante el siglo XVI en minas de todo el mundo, las del viejo y nuevo mundo (famosas son las minas de Potosí). Y también porque la plata se mantuvo como un mineral muy estable a lo largo de los años hasta que las divisas europeas, apoyadas en el patrón oro, pusieron fin al empleo de los metales.
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Como hemos visto, el Real de a Ocho es una de las monedas más importantes del mundo, y esconde una historia muy interesante que no es conocida por todo el mundo.
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