La pandemia ha obligado a las empresas a readaptar sus modelos de negocio para atender las necesidades de mercados internacionales muy diversos, con consumidores que tienen preferencias específicas. El aceite de oliva español y andaluz es uno de los productos que mayor éxito han cosechado, por la capacidad que han tenido los negocios de comercializar una denominación de origen que se asocia con la cocina mediterránea, la sostenibilidad y un buen nivel de salud en regiones como la Unión Europea, China, Latinoamérica o los Estados Unidos de América.
En este último país, la industria del aceite de oliva ha comenzado un impulso económico sin precedentes. La supresión de los aranceles que se imponían a los productos hortofrutícolas españoles, fruto del acuerdo entre la UE y Estados Unidos, ha permitido que las industrias alimentarias y los hogares de este país comiencen a descubrir los beneficios de nuestro aceite.
Esto ha supuesto una gran oportunidad de negocio para las empresas andaluzas, que han visto cómo mejoraba su volumen de ventas. En este artículo se hace un análisis de las cifras de exportación del sector a este mercado, así como las estrategias de internacionalización que permitirán mejorar aún más la preponderancia del aceite de oliva en el país norteamericano.
La evolución de la exportación de aceite de oliva a Estados Unidos
El Ejecutivo de Donald Trump decidió imponer un arancel del 25% a las importaciones del aceite de oliva español en 2019, provocando que el volumen de venta terminara reduciéndose de las 146.000 toneladas de ese mismo año hasta las 84.000 toneladas del 2020, siendo superado por primera vez por países como Italia y Túnez, con 127.979 y 100.280 toneladas respectivamente.
La reducción de la incidencia de la pandemia, junto con la eliminación temporal de los aranceles ha permitido que España recupere la primacía en el camino hacia su recuperación como líder en la venta de este producto a Estados Unidos. En 2021, las exportaciones han crecido un 37,5%, hasta alcanzar las 57.402 toneladas en el primer semestre del año por valor de 152 millones de euros. De hecho, hasta junio, España logró una cuota sobre el total de importaciones del 27,66%, siete puntos más que la alcanzada en el mismo periodo de 2020, superando a competidores como Túnez o Marruecos.
La relevancia de Estados Unidos como destino del aceite de oliva viene reflejada en los datos de sus importaciones, porque se trata del tercer consumidor de este producto a nivel global, con unas 400.000 toneladas al año. Las empresas andaluzas ya se han beneficiado de la supresión de los aranceles, consiguiendo un impulso récord del 6,4% en las exportaciones hortofrutícolas en el primer semestre de 2021 respecto al mismo periodo del año anterior. Además, el país norteamericano se ha consolidado como el principal país de destino del aceite de oliva andaluz, con compras que han alcanzado los 400 millones de euros hasta junio de 2021, un 10% más que en esta misma época durante 2020.
Las estrategias de exportación de aceite de oliva a Estados Unidos
Las cifras demuestran la importancia de este mercado de destino para uno de los productos estrella de nuestro país, pero la pregunta es qué estrategias de exportación se van a seguir en los próximos años para mantener la tendencia al alza. En este sentido, se va a corregir la tendencia de deslocalizar el envasado, que habían adoptado las empresas para no perder cuota de mercado en el destino, con el objetivo de fomentar una producción y una comercialización completa de este producto dentro de España.
La Interprofesional del Aceite de Oliva Español también ha propuesto la intensificación de las campañas de promoción del aceite de oliva, llevando grupos de empresas hacia el continente americano o proponiendo nuevas medidas que permitan al sector imponerse frente a otros de la industria hortofrutícola como las fresas o los tomates.
En tercer lugar, las ventas de esta industria se han beneficiado del cambio de costumbre en las tendencias de consumo de los usuarios estadounidenses. Al cierre del ‘food service’ o las cadenas de distribución de comida a los hoteles y restaurantes del país se ha unido la concienciación sobre un estilo de vida saludable, que ha permitido a la población redescubrir los beneficios de la cocina del hogar. Esto ha permitido que cada vez existan más consumidores entre el público masivo, lo que ha derivado en un conocimiento mayor del producto en el país.
Teresa Pérez Millán, gerente de la Interprofesional de los Aceites de Oliva de España, defiende que todas estas variables permitirán la creación de auténticas estrategias para la exportación de este alimento en los próximos años. Además, Pérez afirma que “el plazo de cinco años para la resolución de los aranceles comerciales da un margen suficiente para comercializar el aceite de oliva en Estados Unidos, el primer objetivo fuera de la UE por volumen de consumo”.
Esto supone, también, una gran oportunidad para las exportaciones de las empresas andaluzas, que pueden dar sus primeros pasos en la exportación de aceite de oliva a este destino económico. Para ello, tienen el apoyo de Caja Rural del Sur, una entidad comprometida con el impulso de su comercio exterior. A través de productos de financiación internacional u operaciones en divisas como el dólar, los emprendedores, autónomos o empresarios andaluces cuentan con herramientas perfectas para preparar el desembarco de su aceite de oliva en un mercado de gran relevancia internacional como es Estados Unidos.-