Buscar una casa para vivir es uno de los momentos más emocionantes y estresantes de cualquier persona tenga la edad que tenga. Es un hito vital tanto para los jóvenes que salen de casa para independizarse por primera vez, como para las familias que han decidido iniciar una nueva vida en otra ciudad o en una vivienda más grande o con otras comodidades. Aunque hay personas que han conseguido ahorrar durante años para tener todo el coste de la vivienda disponible, un importante porcentaje de ciudadanos necesitan solicitar un préstamo hipotecario a una entidad financiera, como Caja Rural del Sur, y es el momento de conocer las diferencias entre una hipoteca mixta, variable o fija. De hecho, según el Consejo General del Notariado, el 48,7% de las operaciones de compraventa de viviendas que se firmaron en España durante 2019 necesitaron de un préstamo hipotecario para llevarse a cabo.
En España, la realidad es que entre la población más joven existe cierto desconocimiento financiero, principalmente cuando se profundiza sobre conceptos más específicos como los tipos de hipotecas. Según el estudio titulado Jóvenes y Vivienda 2020 realizado por AEDAS Homes, en el que analizó la compraventa de viviendas en un público de 1.000 personas entre 25 y 34 años, es interesante comprobar cómo 2 de cada 10 jóvenes encuestados desconocía qué es una hipoteca mixta. Además, 6 de cada 10 no podría calcular la posible evolución de sus finanzas cuando hay una hipoteca en medio, ya que no llegan a comprender bien conceptos fundamentales como la tasa de interés y la inflación. En términos generales, el 31,40% de los jóvenes incluidos en el estudio tiene problemas para concretar cómo sería la evolución de sus ahorros teniendo en cuenta la tasa de interés anual.
Desde Caja Rural del Sur apostamos por mejorar la educación financiera de nuestros lectores y, para ello, hoy vamos a profundizar en conceptos financieros tan relevantes como los diferentes tipos de hipotecas que existen.
¿Qué diferencia hay entre hipotecas fijas, variables y mixtas?
Empecemos desde el principio. Según el Banco de España, una hipoteca es el “derecho real que grava un bien inmueble y que normalmente se utiliza para lograr la financiación necesaria para su compra”. Es muy relevante, además, entender la importancia de tres variables clave para configurar un préstamo hipotecario: el capital, el plazo de tiempo para el pago de la deuda y el tipo de interés al que se tasa la operación.
En el mundo hipotecario de España podemos encontrar tres tipos de préstamos hipotecarios: mixta, variable o fija. La diferencia entre estas hipotecas se centra, básicamente, en las cuotas, el tipo de interés, la revisión, los plazos, las comisiones o la amortización del capital.
No es necesario que lo memorices todo, porque para tener una idea general basta con tener claro los siguientes puntos:
- Hipoteca fija: en este préstamo hipotecario, el tipo de interés es fijo y constante en el tiempo. Es decir, la cuota a pagar periódicamente no cambiará durante todo el período de contratación del préstamo. Es ideal para las personas que tienen un perfil más conservador, y prefieren saber en cada momento cuánto tendrán que pagar de cuota sin estar pendientes de las injerencias externas del mercado.
- Hipoteca variable: este tipo de hipoteca se mueve por un tipo de interés variable, lo que provoca que la cuota que pagas de forma mensual pueda ser diferente en función de la variación que experimente el índice de referencia, que suele ser el euríbor a 12 meses. Por eso, normalmente cada año se revisa la hipoteca y puede que la cuota a pagar varíe.
- Hipoteca mixta: la esencia de este tipo de hipoteca es la fusión entre la fija y la variable. Por ello, durante un primer tramo de tiempo la hipoteca se basa en un tipo de interés fijo, y en el contrato se define tanto el tiempo como el tipo de interés. En un segundo tramo de la hipoteca mixta, cuando ha finalizado ese tiempo marcado para tipo de interés fijo, la hipoteca pasa al tramo de tipo de interés variable en base a un índice de referencia de mercado, habitualmente el euríbor. Esto significa que durante esa segunda parte de la hipoteca, la cuota sí podría variar en base a fluctuaciones de los índices bursátiles.
Perfil tipo del cliente que busca una hipoteca mixta
El beneficio principal de una hipoteca mixta es que el tipo de interés fijo, que determina la cuota a pagar durante la primera parte del préstamo hipotecario mixto, suelen ser más bajos que en una hipoteca fija 100%. Esta realidad es explotada por los interesados ya que, quienes tienen la posibilidad de destinar más capital a pagar hipoteca durante esta primera parte de la hipoteca, tratan de amortizar la mayor cantidad posible de hipoteca mixta durante el tramo de interés fijo. La desventaja, en cambio, está en la incertidumbre que experimenta el cliente cuando la hipoteca mixta pasa al tramo de interés variable.
En el caso de los jóvenes, la hipoteca mixta puede suponer una buena opción, además, porque si acaban de empezar su carrera profesional y no tienen una amplia capacidad financiera, o simplemente prefieren dejar parte de sus ingresos para ahorrar de cara a futuros imprevistos y buscan una hipoteca con un tipo de interés más ajustado, como la parte fija de una hipoteca mixta, este tipo de préstamo hipotecario puede encajar para sus necesidades.
Caja Rural Sur te ayuda a encontrar una hipoteca ajustada a tus necesidades
Cuando vas a solicitar una hipoteca a tu entidad de confianza, como a Caja Rural del Sur, uno de los beneficios que más aprecian los clientes es recibir un asesoramiento profesional y personal. Porque cada cliente es diferente, sus circunstancias son específicas, el asesoramiento que recibe desde Caja Rural del Sur es, de igual modo, personalizado para su realidad concreta.
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