Los resultados empresariales y las actas de las últimas reuniones de la Reserva Federal de EE UU y el BCE se convirtieron en los principales referentes de la semana. El miércoles el banco central de EE UU publicó las actas la última reunión en la que los miembros de la institución constataron un fortalecimiento de la economía en el inicio de año y subrayaron que el efecto a corto plazo de la reforma fiscal será mayor a lo previsto. Es decir, se darían las condiciones para que la Fed continúe adelante con la subida de tipos. El mercado descuenta que la próxima será en marzo.
El BCE, por contra, consideró prematuro cambiar el lenguaje en la cita de enero y reiteró que los tipos se mantendrán en los niveles actuales aun cuando finalice el programa de compras. De las actas, “algunos miembros expresaron su preferencia” por eliminar del comunicado el compromiso de incrementar los estímulos en caso de que fuese necesario, pues se ha “reforzado la confianza en un sostenido ajuste de la inflación”. No obstante, la mayoría de los miembros del Consejo descartaba tal opción al considerarla “prematura” y todavía no “justificada”, aunque se apuntó que la política de comunicación podría ser revisada “pronto” este año.
Por otro lado, el documento apuntaba que “la reciente volatilidad en el tipo de cambio del euro era una fuente de incertidumbre que requería especial vigilancia”. A nivel de datos macroeconómicos, en la UEM, destacamos la confianza del consumidor, que daba señales de mayor prudencia al caer más de un punto en febrero hasta 0,1 (1,4 ant.), a la par que los PMIs del mismo mes experimentaban un ajuste lógico tras la sobrerreacción de la parte final de 2017 y principios del 2018. No obstante, dichos PMIs también ofrecían una imagen global positiva, con la componente de expectativas empresariales a 12 meses en máximos históricos y la de pedidos manteniéndose por encima de 55 puntos (tanto en la industria como en los servicios). En cuanto a la renta variable mundial cerraba la semana con ligeras variaciones tras alternarse las compras y las ventas en las diferentes sesiones.
Con respecto al Ibex 35, en lo que va de año se deja un 2,2%, caída similar a la registrada por el Euro Stoxx (-1,18%). Peor comportamiento es el acumulado por el Dax alemán (-3,36%), índice que se ha visto castigado por la fortaleza del euro, que a finales de enero llegó a superar los 1,25 dólares. El Cac francés escapa a los descensos (se mantiene en tablas) mientras el Mib italiano conserva una revalorización del 3,75%. Fuera de la zona euro, el FTSE británico retrocede un 5,77%.En la deuda pública, las actas de la Fed impulsaban la rentabilidad del T-Note a diez años hasta 2,9537%, si bien acaba la semana retornando a niveles de 2,88%.
La rentabilidad del bono alemán a diez años cerró la semana en el 0,65% . Por su parte, su homólogo español se mantenía al filo del 1,6% con la prima de riesgo por encima de los 90 puntos básicos, algo que no sucedía desde principios de enero. Destacaba la emisión del Tesoro de 6.000 mill. € en bonos sindicados a 30 años con una rentabilidad de +105 p.b. por encima del mid-swap y con una demanda que alcanzaba los 26.221 mill. €. En cuanto al precio del petróleo, cerraba la semana con subidas (hasta 62,62$ en el caso del WTI y 66,20$ en el del Brent) impulsado por la publicación de los inventarios semanales de crudo en EEUU, que se reducían en -1,6 mill. de barriles. En cuanto al mercado de divisas, el euro se debilitaba hasta 1,2306 EURUSD en la semana en la que las actas del BCE evidenciaban las preocupaciones del Consejo de Gobierno sobre el tipo de cambio frente al dólar.