En la conferencia de prensa hizo un discurso positivo hacia el crecimiento en la Eurozona, a pesar de detectarse algunas desigualdades, y se mostraba prudente en materia de inflación. A este respecto, la cifra final del IPC de la UEM confirmaba su desaceleración en una décima hasta 1,3% a. durante el mes de junio, si bien ello convivía con la mejora de la inflación subyacente hasta 1,1% a. (0,9% ant.). En Estados Unidos, la propuesta de ley sanitaria impulsada por el Gobierno de Trump era rechazada por el Senado. Bloomberg filtraba que Robert Mueller, el fiscal especial que investiga los posibles vínculos entre la campaña de Trump y Rusia, ampliaba su investigación para incluir las transacciones relacionadas con los negocios del presidente de los EEUU.
En España, Fitch revisaba su perspectiva a positiva desde estable, aunque mantenía su nota en BBB+. Una decisión sustentada en la fortaleza de la recuperación económica y la reducción de los desequilibrios macroeconómicos. Sobre Cataluña y el proceso independentista, Fitch afirmaba que “espera que las tensiones entre el Gobierno central y el Ejecutivo catalán se incrementen en los próximos meses”, según se acerque la fecha de la consulta fijada por el Govern. En cuanto al mercado de renta variable, el Ibex cayó el pasado viernes un 1,31% hasta perder los 10.500 puntos. El selectivo español cerró la semana con un retroceso del 2,1%. La peor desde mayo.
El alejamiento del proceso de normalización monetaria que interpretó el jueves el mercado de las palabras de Mario Draghi, sumado a algunos resultados empresariales que han decepcionado al mercado, teñían el viernes de rojo las principales plazas europeas. El Cac y el Dax se dejaban el viernes un 1,57% y un 1,66%, respectivamente. El FTSE, un 0,47%. En cuanto a la deuda pública, la prima de riesgo española se beneficiaba de las palabras del Mario Draghi. Antes perdió, el miércoles, los 100 puntos básicos por primera vez desde octubre de 2016, debido a un cambio de referencia en el bono alemán.
Tras la rueda de prensa tocó mínimos de dos años gracias a la caída de la rentabilidad de los bonos. La del español a 10 años se quedó en los 1,47%, nivel mínimo del mes. También, tras la reunión del BCE, en cuando al euro, la divisa comunitaria se animaba de verdad. La promesa de Draghi sobre que discutirá en otoño cuándo iniciarán el tapering llevó al euro a los 1,16 dólares, máximos de los dos últimos años. Un nivel que ha consolidado el viernes tras subir un 0,23%. Sobre el precio del petróleo, tanto el barril WTI (46,56$) como el Brent (48,95$) cerraron la semana en tablas después de que, el viernes, Reuters filtrara que la oferta de crudo de la OPEP se habría elevado en +145.000 bpd en julio. En esta semana estaremos pendientes de los datos de crecimiento. Se espera que confirmen la inercia positiva de los grandes países de la UEM.
