La exposición reúne obras de Nacho Martín del mundo de la tauromaquia llevado a la escultura, un mundo en torno al que el escultor ha desarrollado sus obras íntegramente desde que comenzó a esculpir en 1967. “El toro para mí es algo fuera de sí, por eso me vuelco mucho en él” indicó el propio Nacho Martín en la inauguración de su exposición. “Soy amante de la naturaleza, y del toro y el caballo, un mundo con el que disfruto al reflejarlo y modelarlo en las esculturas”. “El toro es donde más me he volcado y donde más siento mi profesión, aunque tengo otras obras desarrolladas que no tienen nada que ver con el mundo de la tauromaquia”, asegura Martin.
Tras iniciarse en España, en 1967 Nacho Martín se marcha a Toulouse (Francia) para aprender allí el arte de la talla y en su regreso a España comienza a trabajar con el escultor Pablo Serrano qué se convertirá en su maestro y mentor. Con su apoyo y consejos empieza a exponer y a recibir sus primeros premios.
Su obra está presente en colecciones públicas como el Museo Taurino de la Plaza de Toros de las Ventas o El Museo Taurino de Alicante, así como en colecciones privadas de España, Reino Unido, Estados Unidos, México, Argentina, Colombia, Ecuador y Puerto Rico.
Entre sus trabajos de escultura realizados destaca el Monumento a la Virgen de la Herrería a tamaño real en el Escorial (Madrid) (2010), la escultura Hombre y Mujer homenaje al baile típico de Navalcarnero (Madrid) (2008), los trofeos taurinos otorgados por la Fundación Caja Rural del Sur a los triunfadores de la feria de Sevilla y a distintas personalidades de la sociedad española por su apoyo a la Fiesta Nacional, el Monumento al toro para la ciudad de Ronda (Málaga) (2005), el grupo escultórico Encierro, obra compuesta por cuatros toros, un cabestro, un caballo y un garrochista realizados a tamaño real en bronce y que se instala en la Plaza de España de Alicante, o su obra Encierro en la exposición “Suerte Suprema” en el homenaje a Manolete, en Córdoba.