A este III Foro Agroalimentario organizado por la Fundación Cámara de Sevilla, con el patrocinio de Caja Rural del Sur y la Lonja de Cereales y Oleaginosas de Sevilla, que ha contado además con la participación de directivos de Caja Rural del Sur, han asistido más de cien empresarios, ante los que Beltrán Domecq ha repasado las principales cifras de la industria y ha analizado la situación actual y las herramientas de las que dispone el sector para consolidar los últimos avances y dibujar un futuro mejor para el jerez.
El presidente del Consejo Regulador ha dejado claro que es de vital importancia trabajar para que lo que él considera el “mejor vino del mundo, siga siendo fuente de riqueza muchos años más”. En este sentido, Beltrán Domecq ha destacado que “desde el Consejo Regulador se está haciendo una intensa labor de promoción en los últimos años para que en el futuro el vino de Jerez siga siendo un referente en los mercados internacionales”.
Además, Beltrán Domecq ha destacado que “el negocio del vino comprende otras actividades asociadas que también generan riqueza, como es el caso de la distribución de otras bebidas y productos alimentarios, o el enoturismo, que atrae a cerca de medio millón de visitantes al Marco Regulador, sin olvidar el sello y la identidad cultural que marca la denominación de origen, principal artífice del reconocimiento internacional de nuestro territorio”, ha explicado Beltrán Domecq.
El Presidente del Consejo Regulador ha señalado durante su conferencia que la estrategia del sector debe dirigirse a vincular “nuestro producto a la uva, al viñedo, a la gastronomía y a todo el mundo del vino”. De entre los tres tipos de consumidores del jerez, ha explicado Beltrán Domecq que en los tradicionales, abundan las mujeres mayores de 55 años que relacionan al jerez con el aperitivo o lo consumen entre horas, los ocasionales, de ambos sexos, que lo beben en ferias, celebraciones o cócteles y los expertos, también de ambos sexos, más jóvenes y que lo consumen con frecuencia como cualquier otro vino y preferentemente en la comida.
Sobre estos grupos Beltrán Domecq ha señalado el de lo más jóvenes sobre el que “habría que centrar los esfuerzos por ser el que mejor encaja con el mensaje de que el jerez, con su versatilidad y diversidad, es un vino que puede sentarse a la mesa”.