En el Viejo Continente, en Alemania los datos de su balanza comercial de diciembre reflejaban un descenso de las exportaciones mayor al previsto (-3,3% m. vs. -1,3% prev.) así como un estancamiento de las importaciones. Grecia volvía a aparecer en escena. En el FMI hay desacuerdo respecto a la evaluación de la economía del país, en concreto sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas. La incertidumbre en relación al futuro del rescate griego se veía reflejada en los mercados, pues su prima de riesgo llegaba a rozar los +750 p.b.
En cuanto al mercado bursátil, el Ibex 35 arrojó un resultado negativo con una caída acumulada del 0,89% en la semana, marcada por el mal comportamiento del sector financiero. Parecida tónica en las plazas más significativas del Viejo Continente posiblemente debido a la desconfianza en el sector bancario italiano, a la incertidumbre macroeconómica que rodea las próximas elecciones generales en Francia o Alemania o a la amenaza de que la administración Trump desregule la actividad bancaria en EE UU dejando a las entidades europeas cargando con las altas exigencias de solvencia. EuroStoxx 50 con una caída semana del 0,1%. Buen comportamiento de los índices al otro lado del Atlántico. El DJI y el S&P500 con subidas semanales del 1% y del 0,8%, en los 20.269 y 2.316 puntos respectivamente. En cuanto a la deuda pública, la rentabilidad del bono español a 10 años ha seguido subiendo hasta situarse en el 1,69%, pese a la relajación vivida el jueves.
De esta forma, la prima de riesgo española se ha llegado a situar en los 137 puntos básicos. En EEUU, las compras de treasuries llevaban al T-Note a diez años hasta el 2,42%.El petróleo, a pesar de las diferentes noticias sobre el aumento del número de plataformas petrolíferas en EEUU y de la ralentización de la demanda de petróleo en China en 2016 con el consecuente mantenimiento de exceso de oferta , su cotización finalizaba la semana prácticamente sin variación con respecto a la anterior, en 53,89$ en el caso del WTI y 56,71$ en el del Brent.El oro, valor refugio por excelencia, se revaloriza ligeramente (un 0,11%) hasta rozar los 1.230 dólares por onza cuando hace un mes se situaba en 1.187 dólares.
En cuanto al euro, durante la semana se depreciaba un 1,6% hasta 1,061 EURUSD, aunque llamaba más la atención el movimiento de la libra esterlina el martes (se apreciaba por encima de los 1,25 GBPUSD) después de que Kristin Forbes, miembro del comité de política monetaria del BoE, adelantara que pronto votará a favor de una subida de tipos para así contener la aceleración de la inflación en Reino Unido.-
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