¿Cómo valora la situación del sector cooperativo agroalimentario en Andalucía?
La situación que vive el cooperativismo agroalimentario es muy positiva, no sólo por los resultados del último año, sino especialmente por la evolución que ha tenido a lo largo de los peores momentos de la crisis económica. En los últimos ejercicios, hemos presenciado cómo numerosas empresas cerraban y realizaban recortes diversos, mientras las cooperativas no sólo se han mantenido sino que han continuado creciendo. En este sentido, hace sólo unas semanas que presentamos el balance del ejercicio 2015 de la federación, el cual arrojó un crecimiento en número de entidades asociadas, hasta las 676, y en facturación, con un incremento del 19,6% superando los 7.623 millones de euros. Hablamos, no en vano, de una cantidad que representa algo más del 5% del Producto Interior Bruto (PIB) de Andalucía, cifra nada baladí.
El sector sigue protagonizando las cifras de exportaciones. ¿Ha sido clave para su actividad durante los años de crisis?
Ciertamente, el crecimiento de las cooperativas agroalimentarias ha estado favorecido por la positiva evolución del comercio exterior, a pesar del veto ruso, lo que significa que si no se hubiera producido el embargo a nuestros productos, las cifras del comercio internacional podrían haberse incluso mejorado. En cualquier caso, la realidad es que las exportaciones del sector crecen, año a año, y de forma importante en España. Sólo en 2015, lo hicieron en un 7,5% sobrepasando los 44.000 millones de euros y suponiendo un 20% de todo el comercio exterior a nivel nacional. Por lo que respecta a Andalucía, nuestra región exportó 8.800 millones de euros, una cifra cada vez más cercana a la de Cataluña, primera comunidad exportadora.
¿Cuáles son las líneas principales de trabajo del Consejo Rector actual en su etapa en la que está al frente del mismo?
Nuestros principales objetivos no han cambiado. Continuamos trabajando en líneas estratégicas que, todavía hoy, presentan un largo recorrido y con mucho trabajo por desarrollar en Andalucía. Entre ellas y, a riesgo de resultar pesados, he de resaltar que seguimos promoviendo la integración de cooperativas y no sólo en estructuras grandes, que puedan estar al amparo de las entidades asociativas prioritarias (EAP). Paralelamente, desde la federación estamos potenciando, asimismo, la unión entre estructuras más pequeñas, pues lo que no tiene lógica es que existan varias cooperativas dedicadas a un mismo sector y con producciones muy bajas en un mismo término municipal o en localidades muy próximas.
De cara a la sociedad, seguimos dignificando la figura de las cooperativas, así como de los agricultores y ganaderos que las integran, verdaderas empresas y profesionales que generan empleo y riqueza en Andalucía, que contribuyen al desarrollo rural, a la sostenibilidad medioambiental y que velan por poner a disposición de la sociedad los alimentos con la mayor calidad y seguridad alimentaria.
La adaptación de los estatutos de las cooperativas a la Ley andaluza, sigue en proceso, ¿cómo se va avanzando?
El proceso está prácticamente finalizado y la federación, a través de sus servicios jurídicos, ha realizado un enorme esfuerzo y trabajo. Las cooperativas de primer grado, es decir el grueso de nuestras entidades asociadas, tuvieron desde el 11 de agosto de 2015 hasta el 11 de febrero de 2016 para realizar la adaptación, según el calendario oficial. Ahora mismo, y hasta el 12 de agosto de este año en curso, estamos en el plazo establecido para las de segundo grado.
Es cierto que puede quedar alguna despistadilla que no lo haya hecho y por eso desde nuestras oficinas provinciales, nuestro Departamento Jurídico y nuestra publicación ‘Tierra Cooperativa’ venimos informando de la necesidad de cumplir la legislación, así como de las sanciones previstas en caso de no hacerlo en tiempo y forma; desde multas hasta disolución de las propias empresas. Por tanto, aprovecho para recordar que para evitar lo uno y lo otro, todas las cooperativas de Andalucía deben dejar adaptados sus estatutos con fecha límite 12 de agosto de 2016.
El tamaño de las cooperativas es otro tema en el horizonte. ¿La vía de integración de cooperativas es un reto difícil pero no imposible de llevar a cabo en Andalucía?
La integración es difícil pero cada vez va calando más. Sólo en el último mes, hemos asistido a dos procesos de fusión en Sevilla y Jaén y me consta que se está trabajando en muchos otros. El año pasado, sin ir más lejos, Covap, cooperativa de la que soy vicepresidente, integró a San Miguel; Agro Sevilla a Utreace; Unica Group a Agrolevante y Parafruts; y Dcoop a varias cooperativas y en sus distintas secciones. En definitiva, se están produciendo uniones tanto entre entidades pequeñas, que conviven desde hace décadas en un mismo municipio o pueblos cercanos, como a niveles más amplios, en torno a cooperativas de segundo grado o de primer grado pero con un importante ámbito de implantación.
Por sectores, ¿cuáles son más fáciles de adaptar en Andalucía a ese proceso de integración y en cuales puede resultar más complejo?
Más que una cuestión de sectores, lo es numérica. Tenemos 460 cooperativas dedicadas al aceite de oliva y a aceituna, por lo que el olivarero es el que tiene mayor recorrido en este sentido. Le sigue el hortofrutícola con 219, que aun siendo un número importante queda lejos de la cifra anterior. Lo que está claro es que, independientemente de los sectores, cuanto más dimensionadas estén las empresas, mejor será su posición en la cadena alimentaria y más ambiciosos serán los procesos que podrán abordar en el ámbito de la industrialización, la comercialización, la I+D+i, la internacionalización, etc. Esta es nuestra principal línea estratégica como federación y en ella continuamos trabajando.
Acaban de renovar convenio con Caja Rural del Sur, ¿cómo valora los servicios de la entidad en su relación con el ámbito cooperativo andaluz?
Efectivamente, el pasado 23 de mayo suscribimos el convenio y desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía no podemos sino agradecer el interés mostrado por Caja Rural del Sur y, en especial por su presidente, José Luis García Palacios, con esta firma, con la que se facilita el funcionamiento de nuestra federación. No en vano, somos dos organizaciones con una misma referencia, como es el apoyo al agricultor y ganadero, así como a las estructuras cooperativas a las que pertenecen y los representan.
Incluso en los peores momentos de crisis y en medio del proceso de fusión de Caja Rural del Sur con la antigua Caja Rural de Córdoba, en un ambiente financiero complicado, hemos contado con su apoyo. Por su parte, las cooperativas han respondido con fiabilidad y, en la actualidad, Caja Rural del Sur está plenamente volcada en las entidades que representamos. Pone a nuestra disposición todo tipo de instrumentos financieros para poder cumplir con el día a día de nuestra actividad económica, desde los básicos créditos de campaña o confirming, a otros con intereses realmente atractivos. Asimismo, es de subrayar su apoyo en las campañas PAC, seguros o créditos para la mejora de explotaciones.
En conclusión, siempre hemos tenido el apoyo de Caja Rural del Sur y, hoy en día, lo sentimos más fuerte, si cabe. Esperamos y deseamos, por tanto, continuar por este camino de colaboración, unidos por un elemento común como es nuestra raíz cooperativa