Semana marcada por una reunión del Banco Central Europeo que tuvo un efecto revulsivo en los mercados. Mario Draghi se comprometió a revisar en la próxima reunión de marzo las medidas de política monetaria llevadas a cabo y adaptarse así al nuevo escenario mundial, caída del precio de las materias primas y dudas en el crecimiento de China. También se descuentan tasas bajas y negativas en el IPC en la UEM durante los próximos meses, por lo que la expectativa de mayores estímulos del BCE se tradujeron en compras en los parqués a ambos lados del Atlántico. Así, las bolsas consiguieron cerrar en positivo con subidas del 2,1 % para el Eurostoxx50 (3.023 puntos), y del 0,7% para el Down Jones (15.882 puntos). El Ibex 35 cerró en los 8.723 puntos, lo que supuso un repunte del 2.1 % en la semana. La calma también se instaló en las bolsas de China, cuyo gobierno reafirmó, a través de su vicepresidente Li Yuanchao, el apoyo a su economía con todos los medios necesarios, así como de seguir “interviniendo” las Bolsa para estabilizarlas. En cuanto al mercado de deuda pública, las palabras de Draghi también influyeron de forma significativa. El mercado descuenta nuevos estímulos y la rentabilidad del bono español a 10 años se situó en niveles del 1.70%. Su homólogo alemán se consolidaba en el 0.48%. El euro también fue afectado por las palabras de Mario Draghi, y se depreció con respecto al dólar (-0.15%) cambiándose a 1.0818 dólares, después de tocar en la semana un 1.095. En cuanto al petróleo, el precio de barril de Brent sumó el viernes un incremento del 6% y llegó a cotizarse en los 31 dólares. A ello contribuyó un informe de la OPEP que rebajaba el excedente de petróleo para el 2016 de 860.000 barriles diarios hasta los 530.000, sin olvidar que el punto de inflexión en su cotización se produjo en la jornada del jueves, tras la reunión del BCE.
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