Se define el ahorro como la parte del ingreso que no se destina a gastar y que se reserva para utilizar en el futuro, es por tanto la diferencia entre el ingreso disponible y el gasto realizado. Este término, que durante cierto periodo parecía no tener importancia se ha convertido en una máxima para gobiernos, empresas y, cómo no, economías domésticas. Mantener un colchón que nos permita afrontar determinados gastos extraordinarios que puedan sacarnos del atolladero es para muchas familias capital, y conseguir ahorrar está siendo tarea imposible para muchos hogares. Según el INE, continua la caída del ahorro en 2014 en los hogares españoles y andaluces.
Para algunos expertos existen varios motivos que explican esta bajada del ahorro. Por un lado las rentas bajas siguen sufriendo los efectos de la congelación salarial y el alto nivel de paro con la consiguiente pérdida de prestaciones en algunos casos, que obliga a usar el ahorro generado durante años para llegar a final de mes. De otro lado, es un hecho constatable que la recuperación económica ha llegado, lo que haría que las personas con mayor nivel de renta utilicen el ahorro generado para gastarlo.
Hace unos días asistí a una reunión con unos consultores donde explicaban la importancia que tenía para las personas prepararse para la jubilación mediante sistemas de previsión, en definitiva hablaban de la importancia del ahorro en el futuro. Pero, ¿cuáles son las motivaciones que tenemos para ahorrar? Algunos indican que se ahorra para afrontar problemas futuros que requieran de ciertos gastos extraordinarios, nuestro pequeño “colchoncito”. Otros dicen que se ahorra para poder realizar determinados sueños sin necesidad de acudir al crédito. Otros, en cambio opinan que el ahorro nos permitirá afrontar determinados gastos que nos ayudaran en la educación de nuestros hijos. En definitiva cada persona tiene una motivación diferente. Soy de los que piensan que ahorrar nos ayuda de alguna forma a prevenir determinados gastos futuros.
Pero, ¿es posible ahorrar en un hogar? En los momentos en los que nos encontramos es difícil, y destinar parte del dinero al ahorro se hace complicado. Es fácil aconsejar y decir que hay que gastar menos de lo que se ingresa, pero a pesar de la dificultad hay que intentarlo.
La siguiente pregunta que deberíamos hacernos es ¿cómo ahorrar? Recuerdo como mi abuela, que tenía una tienda en el pueblo separaba una cantidad mensual tras descontar los gastos fijos, incluso prorrateaba los gastos anuales. Aunque sea poco, no debemos preocuparnos, lo importante es generar el hábito del ahorro, aunque sea una pequeña cantidad. En este punto es importante conocer las alternativas de ahorro que ofrecen las entidades financieras pues algunos permitirán no tocar nuestros ahorros generando intereses que incrementen el valor de los mismos.
Este tipo de conceptos se aprende desde la base, por ello enseñar a los niños la importancia del dinero, del esfuerzo que supone conseguirlo y del buen uso que hacemos de éste, hoy en día es fundamental. Los niños hacen lo que ven, es decir aprenden imitando, por ello de cómo actúas en tu vida, así lo harán ellos.
En el caso de Caja Rural del Sur, diseñamos hace años una cuenta destinada a fomentar el ahorro infantil, enmarcada dentro del programa “en marcha”, que resulta muy útil para niños con la edad suficiente para comprender el uso del dinero y el ahorro, permitiéndoles disponer de él en cualquier momento. En los momentos actuales es preciso incentivar la cultura del ahorro. Un niño que ahorra es consciente que al gastar su dinero hoy le imposibilita a comprar otra cosa mañana, permitiéndole tomar decisiones de cómo administra su dinero, comenzando a despertar en él, el sentido de la priorización y de la planificación.
En definitiva, el ahorro no tiene nada que ver con la cantidad de dinero que se gana. Ahorrar consiste en gastar menos de lo que se gana siendo otra cuestión la capacidad de ahorro que tiene cada persona. La clave es la reducción de gastos, y no la obtención de ingresos. Muchas personas gastan todo lo que ganan, o incluso viven por encima de sus posibilidades.
El ahorro es un hábito que se va adquiriendo cada vez que tenemos un ingreso.
Lorenzo Jiménez Márquez
Economista
Director Desarrollo Negocio
Caja Rural del Sur