En nuestro caso, estamos aconsejando a nuestros clientes destinar parte de los vencimientos de depósitos a fondos de inversión de perfil conservador, ante la escasa rentabilidad de los depósitos tradicionales. Lógicamente, para obtener una rentabilidad esperada interesante es conveniente no reembolsar estos productos durante un plazo de entre tres o cuatro años, dependiendo del tipo de fondo en el que se posicione el cliente.

Ahora bien, lo primero que debemos tener claro a la hora de plantear una inversión a un cliente es su perfil de riesgo. Para ello tendrá que pasar un cuestionario donde se establecerán sus objetivos de inversión y su capacidad para asumir determinados riesgos. Básicamente se definen tres perfiles diferentes en función de las respuestas del cliente: conservador, moderado y arriesgado.

A la hora de plantearse una inversión es importante utilizar aquella parte de efectivo que no se vaya a necesitar a corto plazo, esta máxima se acrecienta cuando ésta se realiza en renta variable. Otra cuestión que es fundamental cuando se trata de invertir es la de diversificar el riesgo. El riesgo forma parte de la vida, y es más difícil de predecir cuando el período es relativamente amplio. Por ello reducir el riesgo es una de las preocupaciones que debe tener un inversor.

La diversificación de la inversión puede garantizar una menor dependencia del riesgo, aunque este no se elimine, síi estaremos evitando depender de una única actividad que pueda poner en peligro la totalidad del patrimonio. El refrán popular que de manera más sencilla explica la importancia de la diversificación en las inversiones no pongas todos los huevos en el mismo canasto”.

Esto se consigue cuando se invierte en productos y servicios diferentes. Por eso es importante no limitarse a diversificar solo el riesgo de contrapartida, sino también el tipo de producto. Es fácil de entender, la diversificación va de la mano del riesgo y este último en función del perfil de riesgo que cada persona tenga, de forma que existe una premisa que dice que: “a mayor riesgo, mayor rentabilidad”, en la medida en que la inversión tiene mayor riesgo se tiene una expectativa a recibir una mayor retribución de beneficios.

El gran error que están cometiendo algunos inversionistas y asesores es que, por querer obtener un rendimiento elevado, se catalogue en un perfil agresivo, esto puede ser peligroso pues el mercado es volátil y puede haber minusvalías que generen preocupación en personas con poca propensión al riesgo. Un inversionista nuevo debe iniciarse con un perfil conservador, con productos orientados a ese perfil para que los cambios en las circunstancias de los mercados no provoquen miedo.

No se debe invertir en activos que no se entiendan. Si no se tiene seguridad de qué instrumento se contrata o si no entiendes cómo funciona, es preciso preguntar hasta que queden claras estas nociones. Hay que tener en cuenta, que ninguna inversión está libre de riesgos y lo ideal es que el inversor se sienta cómodo con los niveles que acepta, de ahí la importancia de la diversificación.

Lo recomendable es contar con el número justo de productos, mediante una gestión dinámica de la cartera como la que ofrecemos, con el apoyo profesional de los gestores del Banco Cooperativo Español que aportan su experiencia y conocimiento para construir la mejor opción de inversión para nuestros clientes.

 

Lorenzo Jiménez Márquez.
Dtor. Desarrollo Negocio.
Caja Rural del Sur